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Máximas temperaturas  


Publicado el 05/08/15

El verano es una temporada propicia para ir en moto, lo que provoca que el número de usuarios inexpertos se multiplique a causa del buen tiempo. Con el calor surgen algunos problemas, que podemos evitar tomando ciertas precauciones para convivir con un sol a veces abrasador y con temperaturas que en ocasiones superan los niveles tolerables.
motorista en carretera

En cuanto al equipamiento, debemos recordar:

Ropa adecuada. Circular en camiseta, con pantalón corto o con unas chanclas es jugarse el tipo. La mayoría de las veces este comportamiento es fruto de la inexperiencia. Siempre que alguien se ha caído sin ir bien equipado, el calor no ha hecho que los golpes sean más leves ni que el asfalto fuese menos duro.

No apetece “equiparse”. Es cierto que en días calurosos de verano no es agradable ponerse ropa para subirse a la moto. Aunque a todos nos moleste, el sentido común debe prevalecer. Además, existe una amplia variedad de prendas diseñadas específicamente para el verano. El secreto está en dejar pasar el aire sin que ello afecte a nuestra protección.

De pies a cabeza. Por arriba, una chaqueta de cordura con refuerzos en zonas clave o de cuero perforado resulta adecuada para combatir el calor y a la vez proteger. No obstante, algunas chaquetas que utilizamos en invierno suelen tener varios forros superpuestos. Si los quitamos todos y abrimos los huecos de ventilación, tendremos una prenda bastante ligera y más fresca de lo que podríamos pensar.

Complemento indispensable son los guantes. Hay cientos de modelos con tejidos transpirables y con los necesarios refuerzos en los nudillos. En caso te tener un susto, siempre son las manos nuestro primer apoyo para protegernos. Por abajo, unos vaqueros de kevlar pueden servir para solucionar el problema, y en los pies podemos recurrir a unas botas de caña corta en tejido transpirable o cuero perforado.

Casco. Como siempre, recomendamos el uso de casco integral tanto en invierno como en verano. Puede resultar un poco agobiante, pero su protección es superior al resto. Es importante no olvidar abrir las tomas de aire, algo que mejorará la ventilación. Para trayectos urbanos se puede usar también un casco modular o uno tipo jet.

Gafas de sol. Tanto si llevamos un casco integral con la visera abierta o un jet, es importante que las lentes de nuestras gafas de sol sean de policarbonato, más resistente ante cualquier impacto. Deben además ser polarizadas y es conveniente lleven un tratamiento antivaho.

Además, para cuando conducimos por carretera, siempre debemos recordar:

Hidratarnos. Antes de ponerse en marcha es vital beber agua, aunque no tengamos ganas. Nuestro cuerpo hará uso de ella para regular la temperatura durante el trayecto. Es conveniente hacer paradas frecuentes para hidratarse o bien hacerlo mientras conduces mediante un camel back o mochila de hidratación. En cualquier caso, es bueno hacer una parada cada 150-200 km bajo una buena sombra, despojarnos de chaqueta y casco, y refrescarnos.

La moto. Nuestra montura también sufre en el verano. Con una temperatura de 15/20º no tenemos problemas, pero con 35º al sol, y con el asfalto a 50º el motor y las ruedas lo pasa mucho peor. Cuando aparecen los primeros calores, es aconsejable revisar el nivel de refrigerante y todo el circuito de refrigeración de la moto. Mejor gastar un poco en el taller que un calentón.

Niveles. Revisar el nivel de aceite también es importante. De hecho, una de las funciones del aceite es la de evacuar calor, haciendo un trasvase de zonas más calientes a zonas más frías. Si se acerca el momento de cambiar el aceite, no está de más adelantarlo un poco y sustituir el filtro.

 

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