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ITV de moto: requisitos y consejos para pasarla  


Publicado el 18/05/16

¿Sabes cada cuánto tiempo se ha de pasar la ITV de la moto? ¿Qué puntos del vehículo se revisan en la inspección? ¿Qué debes hacer si la misma es desfavorable o negativa? Por tu seguridad y la del resto de usuarios de las vías públicas, presta atención a las siguientes recomendaciones.

ITV de la moto (revista tu moto)

Según datos aportados por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), más de la mitad de los propietarios de motocicletas y ciclomotores obligados a pasar la ITV de su vehículo no acude a la revisión en la fecha que le corresponde. Y entre quienes sí lo hacen, buena parte tiene que volver a repetir la inspección al no superarla a la primera. Al respecto, entre los defectos más graves que se detectan en motos y ciclomotores se encuentran los relativos al alumbrado, la señalización y el conjunto formado por ejes, neumáticos y suspensión.

Esa falta de interés por acudir a las inspecciones periódicas también se refleja en las últimas campañas de vigilancia llevadas a cabo por la Dirección General de Tráfico (DGT), en las que ha quedado de manifiesto que circular con la ITV caducada, desfavorable o negativa es la infracción que más cometen los conductores españoles.

 

¿Cuándo se debe pasar la ITV de la moto?

Sin duda, estas noticias no son nada tranquilizadoras, ya que circular con el vehículo en mal estado supone un riesgo para la seguridad de todos los usuarios de las vías públicas. Así pues, si eres propietario de una moto o un ciclomotor, debes saber que estás obligado a pasar la ITV de la moto en los siguientes plazos:

Motocicletas. Una vez matriculadas y puestas en circulación, han de pasar su primera ITV antes de cumplir cuatro años. A partir de ahí, las inspecciones son bienales.

Ciclomotores. En este caso, la primera inspección se debe llevar a cabo antes de cumplir tres años. Y, al igual que las motos, las siguientes se realizarán cada dos.

 

Confía en un centro especializado

Además de saber cuándo has de acudir a una ITV, es importante que seas muy cuidadoso con el mantenimiento de tu moto o ciclomotor. En primer lugar, por tu propia seguridad. Y en segundo, porque su buen estado te ahorrará un buen dinerito en reparaciones de última hora para superar la inspección.

Delega el mantenimiento de un vehículo a especialistas. Acude a un concesionario o taller de confianza para que lo revisen a fondo y verifiquen si se encuentra en condiciones de superar la inspección o es necesario realizar algún ajuste, sustitución o reparación en alguno de sus componentes. La pre-ITV no suele ser muy cara y te evitará más de un quebradero de cabeza. Además, hay establecimientos que se encargan de llevar el vehículo a la inspección si el cliente, por motivos de trabajo, estudios, etc., no puede hacerlo personalmente.

 

Revisión del vehículo

Por lo general, estos son los puntos que se revisan en la pre-ITV, ya que, posteriormente, son analizados en la inspección:

  • Número de bastidor. Debe ser legible y corresponder con el que figura en el permiso de circulación y en la ficha técnica del vehículo.

  • Grupos ópticos. En el caso de los delanteros, han de funcionar correctamente tanto la luz de posición como las luces de cruce (cortas) y de alcance (largas). Además, su intensidad debe ser la correcta y no deslumbrar a otros conductores. En cuanto a las ópticas traseras, se verifican las luces de posición, freno y matrícula. Y junto a estas comprobaciones, también se llevan a cabo las relativas a los intermitentes.

 

  • Placa de matrícula. Ya que citamos la matrícula, la misma tiene que ser legible y, al igual que sucede con el número de bastidor, corresponder con la reflejada en el permiso de circulación y en la ficha técnica. Si presenta algún desperfecto, no intentes subsanarlo con pintura, ya que este tipo de reparaciones artesanales “no cuelan”. Lo correcto es que sustituyas la placa por una nueva.

 

  • Neumáticos. Como hemos comentado en otros artículos de Territorio AMV, el estado de los neumáticos es vital en la seguridad de cualquier vehículo al ser el único nexo de unión entre el mismo y el asfalto. Recuerda que la profundidad mínima legal de su banda de rodadura está establecida en 1,6 milímetros. Pero no te la juegues: evita que las cubiertas de tu moto o ciclomotor se asemejen a un “slick” de competición. Además, para superar la ITV han de ser de la misma medida que figura en la ficha técnica.

 

  • Frenos. Junto a neumáticos y suspensiones, forman parte del denominado “triángulo de seguridad”. En función de cómo se encuentren, tu vehículo se detendrá con mayor o menor eficacia. Discos, pastillas, líquido… El sistema ha de funcionar a la perfección para garantizar tu seguridad.

 

  • Suspensiones. Su conservación y reglaje influyen notablemente en el comportamiento del vehículo. Además, un mal estado de las mismas penaliza el consumo de combustible y provoca un mayor desgaste tanto de los neumáticos como de la cadena de transmisión.

 

  • Espejos retrovisores. Si la velocidad máxima del vehículo es menor o igual a 100 km./h., el espejo retrovisor izquierdo es obligatorio y el derecho opcional. Pasando de la citada velocidad, la moto tiene que contar con dos espejos. Ambos deben estar en perfecto estado –olvídate de chapuzas como aplicar celo si el cristal está agrietado o cinta adhesiva si un espejo se mueve de la carcasa– y homologados. Así pues, en caso de adquirir unos diferentes a los originales has de verificar que son aptos para pasar la ITV.

 

  • Carenado. Que luzca más o menos impecable es cosa tuya. Lo importante es que esté correctamente fijado al vehículo.

 

  • Escape y emisiones. Es muy importante que el sistema de escape esté homologado, ya que de ello dependerá que tu moto o ciclomotor supere las pruebas relativas a las emisiones contaminantes y acústicas.

 

  • Pata de cabra. Al estar desplegada, debe cumplir uno de sus cometidos: impedir que el vehículo inicie la marcha.

 

  • Manillar y dirección. El primero ha de cumplir su función de bloqueo de seguridad, mientras que la segunda no debe presentar ningún tipo de holgura que merme el comportamiento dinámico del vehículo.

 

  • Prueba de velocidad. Si el vehículo que acude a la ITV es un ciclomotor, en la inspección se comprobará que su velocidad máxima no excede, tal y como especifica la normativa, los 45 km./h.

 

Igualmente, los operarios de la estación verificarán que el vehículo no presenta ninguna fuga de líquidos y comprobarán el estado de elementos como el asiento y los guardabarros.

 

Elección de ITV de la moto y documentación

Una vez revisado el vehículo, tendrás que elegir una estación de ITV. Lo lógico es que selecciones una próxima a tu domicilio o que se encuentre en la región donde resides. Siempre que sea oficial, podrás pasar la ITV de tu moto o ciclomotor en otra comunidad autónoma si lo consideras interesante, entre otras razones, porque su tarifa es más económica. Pero si el resultado es desfavorable, te verás obligado a acudir a la misma estación, así que lo barato puede acabar saliéndote caro…

Después de seleccionar la estación, puedes solicitar cita previa por Internet o acudir directamente a la inspección. Cuando te persones con el vehículo, no olvides llevar los principales documentos del mismo: permiso de circulación, ficha técnica y recibo del seguro. Y en algún caso es posible que te exijan tu DNI.

 

Resultados de la ITV

Si tu vehículo supera la inspección sin defectos o con defectos leves, enhorabuena. En el segundo de los supuestos, toma nota de qué debes sustituir o reparar para que tu moto o ciclomotor circule correctamente. Pero, al tratarse de defectos leves, no te verás obligado a tener que volver a pasar la ITV. El resultado favorable quedará registrado en una casilla de la ficha técnica, donde también se reflejará la fecha de la próxima inspección.

Otra historia es que la inspección sea desfavorable. Si es así, te tocará pasar por el taller para subsanar los defectos registrados en la ITV y acudir a la misma estación en un plazo máximo de dos meses o el tiempo que determine el responsable del centro –si no cumples con este requisito, será comunicado a Tráfico con el fin de dar de baja el vehículo–. Sólo por causas justificadas, y previa petición en tu comunidad autónoma, podrás pasar la inspección en una estación de otra región. En función de la provincia, tendrás que pagar la segunda ITV.

Y si el resultado de la inspección es negativo, ello quiere decir que tu moto o ciclomotor supone un peligro para sus ocupantes o los demás usuarios de las vías públicas. Desde ese instante, el vehículo no podrá circular y deberá ser una grúa la que lo lleve a un taller. Deberás plantearte si merece la pena arreglarlo o darlo de baja.

 

Pegatina y sanciones

Una vez que la inspección de tu moto o ciclomotor haya sido declarada favorable, recuerda que el vehículo debe lucir la pegatina que acredita que ha superado la ITV y que la misma ha de colocarse en un lugar visible. No cumplir con dicho requisito supone una sanción económica. Asimismo, el propietario de un vehículo puede ser multado si no lleva consigo la hoja de la inspección.

Y en caso de circular sin haber pasado la ITV de la moto, lo normal es que te sancionen con, al menos, 200 euros. Eso en el mejor de los casos, ya que los agentes de la autoridad podrían exigirte la documentación del vehículo e inmovilizarlo.

Por todo lo expuesto, no consideres que pasar la ITV de la moto es una cuestión de afán recaudatorio por parte de las administraciones públicas. Ten en cuenta que el de los motoristas es un colectivo vulnerable y que conducir una moto o un ciclomotor en perfecto estado contribuye a incrementar la seguridad propia y la del resto de usuarios de las vías públicas.

 

 

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