¿En invierno dejo la moto en casa?  

¿La moto en casa? ¡Ni pensarlo! El invierno no debe suponer el abandono de nuestra fiel compañera en un garaje. Mejor afrontar las bajas temperaturas con naturalidad y asumir el frío como una situación más a bordo de nuestro vehículo.

Eso sí, las inclemencias meteorológicas van a condicionar de forma importante el estado de la carretera. Por ello, tendremos que 'cambiar el chip' y conducir de forma diferente nuestra moto.

La clave está en mantener la calma en todo momento y tratar con suavidad frenos y acelerador. Si además nos equipamos de forma adecuada, pronto nos acostumbraremos a circular con frío, lluvia o viento.

En cualquier caso, dejar la moto en casa para evitar la conducción en invierno es un error. Es más que probable que en algún momento de la primavera o el verano, y justo en ese largo viaje de vacaciones, nos pille un chaparrón, y conviene estar preparados.

¡Alerta, pero sin miedo!

Atención con la lluvia. Cuando empieza a llover, es cuando hay que extremar las precauciones. Las primeras gotas forman un barrillo especialmente peligroso y muy resbaladizo, que nos puede llevar a perder el control de la moto e irnos al suelo.

Anticipación. En situaciones de asfalto mojado, intentaremos anticiparnos a los movimientos de los demás usuarios. La distancia de seguridad debe ser como mínimo el doble de la habitual.

Adherencia. Con frío y asfalto mojado, los neumáticos tardan más en alcanzar su temperatura de uso y el nivel de adherencia desciende. Las trazadas han de ser más abiertas y suaves, por lo que deberemos evitar inclinar la moto de forma acusada para no perder grip.

Motos deportivas. Utilizan habitualmente neumático blando de tipo sport. Su temperatura de uso es más elevada y tarda más en lograr una buena adherencia. Suelen tener poco dibujo y menor agarre sobre pavimento mojado, aumentando el riesgo de aquaplanning. 

Neumático para lluvia. Para un uso sobre pavimento mojado, un neumático “carretera” (el que llevan la mayoría de las motos) será el más apropiado. Su temperatura de funcionamiento es relativamente baja y se alcanza con rapidez, permitiendo así una adherencia superior.

Peligros latentes. Mucha atención a las líneas blancas y pasos de cebra, que se convierten en auténticas pistas de patinaje. Evitemos también alcantarillas y cualquier placa metálica sobre el asfalto, pues son igualmente deslizantes. Especial cuidado también con esas extrañas manchas tipo arco iris, que suelen estar formadas por aceite.

Cómo frenar. Es lo más importante cuando se maneja una moto. La frontera entre frenar de forma adecuada y pasarse es una delgada línea roja que nos puede librar de cualquier incidente sobre la moto.

Dosificar. Es importante que conozcamos bien la potencia de los frenos y aprendamos a dosificarla con precisión. Debemos utilizar el tacto, frenar lo menos posible y hacerlo con mucha anticipación y sin brusquedades, aplicando más freno trasero que en condiciones de seco. El ABS, en este sentido, aporta seguridad.

Cómo acelerar. Al igual que con el acelerador, es necesario mucho tacto y utilizar una marcha más larga que si circulásemos sobre seco. También, hay que tener en cuenta siempre la necesidad de mantener una distancia de seguridad muy amplia.

Nieve. Es la única situación climatológica en la que resulta aconsejable dejar la moto en casa. Mejor apelar a otro medio de transporte para desplazarnos. En ocasiones, la nieve parece haber desaparecido pero se mantiene el hielo sobre el asfalto. 

El casco, integral. Si hay algún momento en que la mayoría de los moteros se pone de acuerdo sobre el verdadero valor de un caso integral es cuando llueve. Para evitar la formación de vaho, es aconsejable incorporar en la visera un pinlock, accesorio barato y muy efectivo que muchos cascos traen ya de serie.

¿Qué me pongo? Un equipo específico para lluvia es más importante de lo que parece. La conjunción de frío y agua sobre nuestro cuerpo puede provocar una sensación de agarrotamiento muy negativa si tenemos que reaccionar ante cualquier imprevisto de la conducción.

Bien equipados. No hace falta ir como un buzo, pero son imprescindibles unos buenos guantes y una chaqueta-pantalón de gore-tex o material similar que permita la transpiración. Resulta clave también disponer de unas botas impermeables con buen ajuste.