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Seguro de coche: ¿qué es lo que no cubre?  


Publicado el 13/11/19

Cuanto más completo sea un seguro de coche, mayor protección nos brindará. Pero ello no significa que todos los percances estén cubiertos. ¿Sabías que hay situaciones que no suelen cubrir las entidades aseguradoras? ¡Sigue leyendo!

Como hemos comentado en otras entradas de Territorio AMV, contratar un seguro de coche es obligatorio. Y ello es así porque, según el artículo 1 de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor, “el conductor de vehículos a motor es responsable, en virtud del riesgo creado por la conducción de estos, de los daños causados a las personas o los bienes con motivo de la circulación”. Por dicho motivo, el seguro obligatorio es popularmente conocido como “seguro a terceros”.

Asimismo, el artículo 2 de la citada norma deja claro que “todo propietario de vehículos a motor que tenga su estacionamiento habitual en España estará obligado a suscribir y mantener en vigor un contrato de seguro, por cada vehículo del que sea titular, que cubra, hasta la cuantía de los límites del aseguramiento obligatorio, la responsabilidad civil a que se refiere el artículo 1”. Por lo tanto, no podremos ponernos al volante de nuestro automóvil sin haber suscrito antes una póliza de seguro.

Seguro obligatorio: ¿qué garantías incluye?

Como bien recuerdan desde la plataforma Estamos Seguros de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), el seguro obligatorio incluye la cobertura de responsabilidad civil del conductor frente a terceros.

Si el asegurado es causante de un accidente, este seguro se encargará de reparar los daños causados a otro coche o en la vía pública e indemnizará a los ocupantes de los vehículos (el propio y el contrario) y a los peatones en caso de lesión. Pero no se hará cargo de los daños que puedan sufrir tanto el asegurado como su automóvil.

Además, una parte del importe que se paga al suscribir un seguro obligatorio va destinada a los denominados “riesgos extraordinarios”. Ello significa que el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) será el encargado de indemnizarnos si nuestro vehículo sufre:

·         Daños provocados por fenómenos de la naturaleza. Se entiende como tales las inundaciones extraordinarias, los terremotos, los maremotos, las erupciones volcánicas, la tempestad ciclónica atípica y la caída de cuerpos siderales.

·         Daños ocasionados violentamente como consecuencia de terrorismo, rebelión, sedición, motín y tumulto popular.

·         Daños originados por hechos o actuaciones de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en tiempo de paz.

Por último, conviene recordar que, en los seguros a terceros, junto a la de responsabilidad civil obligatoria, suelen incluirse otras garantías. En el caso de AMV, su seguro básico también permite disfrutar de las coberturas de responsabilidad civil voluntaria, protección jurídica y reclamación de daños. Y, si así se desea, ampliarlas con la de rotura de lunas.

Modalidades del seguro de coche con más garantías

Igualmente, ya sea como una ampliación del seguro a terceros o como una modalidad más completa, las compañías aseguradoras ponen a nuestra disposición las coberturas de robo e incendio, especialmente indicadas para quienes son propietarios de vehículos nuevos o con pocos años:

·         Cobertura de robo. La aseguradora nos indemnizará por los daños derivados del robo del vehículo. En algunos casos, es posible ampliarla al robo de piezas.

·         Cobertura de incendio. Nuestra compañía se hará cargo de los desperfectos sufridos por el automóvil debido a un incendio. Algunas entidades aseguradoras facilitan ampliar esta cobertura para que también cubra los gastos relacionados con la intervención del servicio de bomberos.

Y para aquellos que deseen una mayor tranquilidad ante cualquier siniestro, la modalidad de seguro a todo riesgo cubre los daños en el coche ocasionados por el propio asegurado o por un tercero. Si se opta por un seguro a todo riesgo con franquicia, en el supuesto de reparación o indemnización habrá una cantidad de dinero que tendrá que afrontar el tomador del seguro y no la entidad aseguradora.

¿Qué otras coberturas pueden incluirse en un seguro de coche?

Pero si creemos que con un seguro a todo riesgo estaremos completamente protegidos, nos equivocamos. Para que podamos dormir mucho más tranquilos, las compañías aseguradoras ponen a nuestra disposición una serie de coberturas que han de considerarse seriamente antes de contratar un seguro de coche. Entre ellas:

·         Cobertura de accidentes del conductor. Es muy importante contratarla, ya que, en el supuesto de provocar un accidente de tráfico y tener que ser hospitalizado a causa del mismo, la Seguridad Social no cubrirá los gastos médicos del conductor asegurado durante su estancia en el hospital. Al contratar esta cobertura, la entidad aseguradora se encargará de ellos.

·         Cobertura de asistencia en viaje. Se trata de una de las más utilizadas del seguro de coche. Sin ella, una avería o un accidente, aunque sea leve, puede acabar traduciéndose en un auténtico quebradero de cabeza para un asegurado. Según las estadísticas, quienes tienen contratada una cobertura de asistencia en viaje suelen hacer uso de ella cada cuatro años.

·         Cobertura de accesorios. Se refiere a los elementos que no formen parte del equipamiento de serie del vehículo.

Y, en función de la oferta, las garantías de los seguros de coche también pueden ampliarse con coberturas tan interesantes como la de vehículo de sustitución, subsidio por privación temporal del carnet de conducir, servicios asociados al automóvil…

Entonces, ¿qué es lo que no cubre un seguro de coche?

Como hemos visto, en el seguro de coche existe un principio de proporcionalidad. Lo cual quiere decir que el nivel de aseguramiento se corresponderá con la modalidad contratada y las coberturas incluidas en la póliza. Por ende, estaremos más protegidos cuanto más completo sea nuestro seguro. Pero, aunque disfrutemos de todas las garantías disponibles, hay situaciones que las compañías no cubren. Como, por ejemplo:

·         Daños no extraordinarios. Tal y como se ha mencionado, el CCS se responsabiliza de los riesgos extraordinarios. Pero en estos no se contemplan, entre otros, los daños causados por el granizo. Si deseamos ser prevenidos, una cobertura de rotura de lunas nos será de mucha utilidad.

·         Ocasionar daños voluntariamente con el vehículo o al vehículo asegurado. Figura entre los intentos de fraude más habituales que registra el sector asegurador. Engañar a una aseguradora no solamente conlleva la pérdida de la indemnización; también puede tener consecuencias penales para el asegurado.

·         Accidente de circulación contra un familiar. En relación al punto anterior, y ante la sospecha de que se haya simulado un accidente, las compañías aseguradoras tienen especial cuidado al analizar los siniestros en los que está implicado algún familiar del asegurado (hasta tercer grado de consanguinidad). En situaciones así, suelen abrirse investigaciones para detectar posibles fraudes y denegar la indemnización.

·         Siniestros ocasionados por personas no declaradas en la póliza. Llegado el momento de contratar un seguro de coche, hay que informar a la entidad aseguradora sobre el uso que se le vaya a dar al vehículo e indicar qué personas van a conducirlo frecuente u ocasionalmente, cuántos años tienen y cuál es su antigüedad con el carnet de conducir.

·         Causar daños al vehículo asegurado sin poseer el carnet o la licencia para conducirlo, incluidos los conductores que carezcan de dicha autorización por habérsela anulado o retirado.

·         Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Si se demuestra que un accidente de tráfico ha sido ocasionado por superar la tasa de alcoholemia o debido al consumo de drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, una entidad aseguradora no se hará responsable de la indemnización.

·         Participar en pruebas deportivas, apuestas o desafíos. Como se suele decir, para competir están los circuitos y los campeonatos regulados por las federaciones automovilísticas.

·         Accidente por no pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Si el vehículo asegurado no ha pasado la ITV y se demuestra que su estado ha sido el causante de un accidente de tráfico, también podrían denegarnos la cobertura.

·         Asistencia en viaje en lugares no contemplados en la póliza. La cobertura de asistencia en viaje tiene limitaciones geográficas, de kilometraje y de tipo de vías. Antes de suscribirla, conviene informarse de las condiciones.

·         Robo del vehículo sin denuncia. “¿Le han robado el coche y no lo ha denunciado a la policía?”. En nuestra compañía aseguradora pondrán cara de póquer si nos roban el automóvil, no lo denunciamos y solicitamos una indemnización.

·         Hurto del vehículo por negligencia. Dejarnos las llaves puestas o ponérselo fácil a los amigos de lo ajeno puede salirnos caro. Al ser un hurto, no estaríamos cubiertos.

·         Robo de objetos personales. No es aconsejable dejar objetos personales dentro de un vehículo. Si son robados y no figuran en la póliza, difícilmente podrá reclamarse a la aseguradora.

·         Reparación y sustitución de piezas de coches tuneados. Tunear un automóvil no es algo que deba tomarse a la ligera. Las nuevas piezas tienen que estar homologadas y ser declaradas a la compañía de seguros.

·         Transportar más pasajeros o carga. Es obvio: en un vehículo no pueden viajar más personas de las autorizadas. Y tampoco se puede exceder la carga permitida. Si se incumplen estas normas básicas y el automóvil sufre desperfectos, la entidad aseguradora no los cubrirá.

·         Omisión del deber de socorro. El Código Penal es severo con este delito. Y las compañías lo tienen en cuenta si el asegurado es condenado por no socorrer a un tercero que se encuentre en una situación de peligro grave, no demandar auxilio con urgencia o abandonar el lugar de los hechos sin prestar ninguna clase de asistencia.

·         Daños ocasionados en el vehículo en acciones delictivas. Algunos automóviles son robados para cometer delitos contra las personas o los bienes. Esta es otra de las situaciones en que las compañías aseguradoras no cubren los desperfectos del vehículo asegurado.

Ya lo sabes: el seguro de coche es obligatorio. Y cuantas más coberturas incluya, mayor protección te brindará. Ser honesto con la entidad aseguradora, cumplir las normas de tráfico, pasar la ITV e intentar no ponérselo fácil a los ladrones son algunas recomendaciones que te evitarán sorpresas cuando tengas que echar mano de tu póliza. ¡No lo olvides!