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Las concentraciones de motos: afición, pasión y amistad  


Publicado el 30/03/15

Las concentraciones de motos son todo un acontecimiento obligado para los “moteros” de corazón. Encuentros únicos para disfrutar a tope de la afición y reforzar los fuertes lazos de amistad que unen a los que comparten la misma pasión. 

El origen de las concentraciones de motos es muy antiguo, remontándose a las primeras décadas del siglo pasado. En general, son actividades muy enraizadas en el corazón de los aficionados. Los “moteros”, en ocasiones y durante 40 o 50 años, pueden acudir fielmente a la cita sin faltar ni una sola vez.     

Su organización suele depender de la iniciativa de clubes o asociaciones; o bien, de la actividad espontánea de grupos independientes. Otras veces tienen su origen en la celebración de carreras o campeonatos deportivos. También, pueden surgir por la fidelidad a una determinada marca (las emblemáticas concentraciones de Harley) o por el puro placer de compartir amistad y afición.  

Las concentraciones suelen empezar un viernes por la tarde y terminar el domingo al mediodía,  aunque también pueden durar una sola jornada o incluso una semana. A veces, tienen lugar en zonas remotas de difícil acceso, carentes de infraestructuras y con escaso apoyo logístico.

Otras, se celebran en entornos urbanos con todo tipo de facilidades, amenizadas con  juegos, conciertos y espectáculos muy diversos. Cuando esto ocurre, las concentraciones se convierten en auténticos acontecimientos y en una importante fuente de ingresos para la comunidad que las acoge.

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Condiciones extremas y largas distancias: no hay excusa para perderse “la gran cita”

Las concentraciones de motos están extendidas por los cinco continentes y se celebran en cualquier época del año. A pesar de sus condiciones extremas, algunas son ya todo un símbolo y cita ineludible para los más devotos “moteros” de todo el mundo.   

La concentración más antigua de Europa tiene lugar cada año en Alemania y es conocida como “Elefantentreffen” (Encuentro de elefantes). De cuatro días de duración, es una de las más duras del invierno, con temperaturas que rondan los 20 grados bajo cero.

Su origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando grupos de motoristas alemanes y aliados se juntaban por la noche en torno a una hoguera para compartir comida y amistad. Los alemanes apodaban a sus BMW y Zündap con sidecar “elefantes”, origen del nombre.

La actividad sigue celebrándose en la actualidad en un pequeño pueblo próximo a la frontera con República Checa. Los participantes son ahora “moteros” apasionados, sí, pero provenientes de cualquier rincón del mundo.

Otra concentración muy popular es la de los Pingüinos en España. Se celebra desde 1982 el segundo fin de semana de enero en la ciudad de Valladolid y es considerada una de las más importantes de Europa.

Aficionados de todo el mundo llegan al lugar cada año y se reúnen en una acampada entre pinares y al calor de la hoguera. Una de las grandes experiencias “moteras” y cita imperdible para muchos desde hace tiempo.   

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