La moto como emoción y elemento de seducción  

La moto es emoción, libertad y equilibrio. Una historia de amor que no termina nunca.  

Más allá de un medio de transporte o un deporte, alternativa de ocio o actividad social, la moto representa la cara visible de un estilo de vida diferente, libre y opuesta a lo convencional. El motociclismo permite una conexión completa con el entorno y se ha convertido en todo un símbolo de independencia y aventura.

Ser motero se nace. Desde muy pequeño, el niño con alma motera prefiere la inseguridad del palo de una escoba a la seguridad del coche-cuna. Aún sabiendo que tarde o temprano acabará en el suelo, la pasión  supera la sensación de riesgo y nunca dejará de intentarlo.   

La moto es además símbolo de comunidad y compromiso con valores importantes. Como el de la  familia, pues refuerza el vínculo entorno a una misma afición. El de la libertad, al otorgar ese espacio personal de independencia y felicidad. El de la autoconfianza y el autocontrol, unido a  esa agradable sensación de  “poder hacer cualquier cosa”. Y el de la verdadera amistad, dado que permite conocer y poner en contacto a gente muy diversa entorno a una misma pasión.

El motociclismo es un mundo muy extenso: desde subir montañas a formar parte de un club, acampadas familiares, salidas y excursiones. Muchas personas diferentes viviendo la misma afición, desde su propio entendimiento y experiencia de disfrute de la moto.  

Why We Ride: testimonios con alma, pasión y vida por la moto

Un buen ejemplo de lo que significa ir en moto y la emoción que produce en el alma de un motero queda reflejado en Why We Ride, elegido mejor documental en el Motorcycle Film Festival 2013 de Estados Unidos.  

Felicidad, intensidad, gratitud, equilibrio… ¿Qué emociones transmite la moto? Famosos moteros y sus familias ofrecen en este reportaje sus más sinceros testimonios sobre qué les hace vibrar cuando pilotan su vehículo de dos ruedas:   

“Un bombardeo de lo sentidos, lo que me hace feliz”
“Una pasión que no termina hasta que te mueres”
“La mejor historia de amor”  
“El sentido de gratitud que siento cuando he conseguido algo”
“Un aprendizaje continuo y una forma de autosuperación” 
“Me elevó el nivel que hasta entonces tenía de las personas y me hizo creer en la amistad”

La moto es espectáculo, autoexpresión y seducción. 

Desde la forma de conducir, pasando por los sonidos, los carenados, la velocidad y el equipamiento. Todo en la moto se concibe como un espectáculo en sí mismo, una forma de autoexpresión  y una herramienta de seducción. 

Seduce también la sensación de confianza y autocontrol que emana del motorista orgulloso de su moto. Y, sobre todo, seduce la juventud. Las motos son jóvenes, y en un mundo donde la juventud se ha convertido en una exigencia, pilotar una moto es una de las mejores formas de identificarse con esa aspiración. 

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