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Circular en moto en grupo: cómo hacerlo con seguridad  


Publicado el 10/02/16

Si estás pensando en circular en moto en grupo, te recomendamos que tomes nota de los siguientes consejos para hacerlo siempre con seguridad. Al organizar una salida en grupo debes tener en cuenta desde cómo planificar el itinerario hasta la forma de adelantar o girar en un cruce.

Circular en moto en grupo (Fotoli)

Por su climatología y diversidad, España es un país ideal para “devorar” kilómetros en moto. Así, no es de extrañar que en nuestro país existan numerosos motoclubes y asociaciones que, a lo largo del año, organizan concentraciones o “quedadas” con el sano objetivo de circular en moto en grupo y, ya puestos, llevar a cabo visitas culturales o degustar la gastronomía típica de cada destino. Suena bien, ¿no?

Pero circular en moto en grupo conlleva una serie de requisitos si se desea hacerlo con seguridad, sobre todo teniendo en cuenta que, en muchas ocasiones, no todos los motoristas que participan en una ruta tienen la misma experiencia. Por ello, es imprescindible que tanto veteranos como noveles lleven a la práctica los siguientes consejos.


Puesta a punto

En primer lugar, y aunque suene a tópico, es esencial asegurarse de que la moto está en perfecto estado antes de ponerse en marcha.

Es conveniente comprobar que los grupos ópticos funcionan correctamente para garantizar una óptima visibilidad, ser vistos por el resto de motoristas y usuarios de la vía y señalizar las maniobras durante la ruta.

También se debe revisar la presión de los neumáticos y, además, ajustar las suspensiones si se viaja con acompañante. Y por último, el depósito ha de estar lleno para evitar tener que realizar paradas no previstas a lo largo del recorrido.


Equipamiento

Independientemente de si se viaja solo o en grupo, jamás se debe descuidar el equipamiento a la hora de realizar una ruta. Y si bien existen complementos para todos los gustos, lo más importante es contar con un casco de moto.

Es importante tener una chaqueta y un pantalón con protecciones, a ser posible con forro térmico desmontable y membrana impermeable transpirable. Tampoco te olvides de unos guantes que te protejan y te permitan accionar cómodamente los mandos de la moto –nada de aprovechar los que utilizas durante el invierno para combatir el frío– y un calzado apropiado que te cubra hasta la zona de los tobillos y, a ser posible, sin cordones.

 

Organización y planificación

Una vez comprobado el estado de la moto y el equipamiento, no llegues tarde a la cita. Hay que reunirse con el resto de compañeros con puntualidad, a la hora convenida, para ultimar todos los detalles de la ruta. En el “briefing” o reunión se determinará qué motorista encabezará el y cuál lo cerrará, así como sus asistentes de confianza –encargados de señalizar los cruces, comunicar incidencias al jefe de ruta, etc.–. Normalmente, todos ellos serán los más experimentados y estarán identificados con chalecos o petos reflectantes de distinto color que el de los empleados por el resto de motoristas.

También se detallará la ruta a los participantes: número de kilómetros, puntos en los que se deberá extremar la precaución, sitios de reagrupamiento, lugares en los que se llevarán a cabo paradas para descansar, visitar un enclave de interés o hacer fotografías, etc. En el caso de llevar GPS, es aconsejable tener guardado el itinerario, ya que por seguridad, el dispositivo no deberá manipularse en ningún caso mientras se conduce.

Además, de cara a los motoristas menos experimentados, se explicarán las señales que realizará el cabeza de grupo con sus brazos o manos para advertir que el mismo se detenga, reduzca o aumente la velocidad, señalizar maniobras u obstáculos en la calzada, etc.

 

Circular en moto en grupo con seguridad

En circunstancias normales, al iniciar la marcha los integrantes del grupo han de rodar como si estuviesen dispuestos en la parrilla de salida de un Gran Premio: escalonadamente. El cabeza de grupo se situará a la izquierda y el primer motorista que le siga se colocará a la derecha –y así sucesivamente–, dejando una distancia prudencial entre las motos y nunca rodando en paralelo. De esta forma, se evitarán posibles accidentes por alcance o contacto.

Asimismo, con el objetivo de que el grupo no se disgregue y sea necesario reagruparlo, es aconsejable que tras el primer motorista circulen aquellos menos experimentados –y, por lo tanto, más lentos– y también quienes viajen con acompañantes, evitando así que la formación se estire.

Al respecto, es importante que al tiempo que se mira hacia adelante para seguir las indicaciones del cabeza de grupo, se vigile a través de los retrovisores a las unidades que van por detrás con el fin de que ninguna se quede rezagada o advertir si tienen algún problema. En caso de que la caravana motera quede dividida, quienes vayan en cabeza se detendrán en una zona segura –preferiblemente, una estación de servicio– y uno de los asistentes se encargará de recuperar a los rezagados.

Aunque la disposición de los integrantes nos haga imaginar que estamos en una parrilla de salida, en ningún caso deberá plantearse la ruta como una competición. Recuerda que no se trata de ser el más rápido –para eso, si tienes espíritu “racing”, ya están los circuitos–, sino de disfrutar de un recorrido en compañía de amigos y a través de vías públicas por las que transitan otros usuarios. Así que olvídate de realizar adelantamientos a tus compañeros de viaje a menos que te indiquen lo contrario.

 

Adelantamientos y cruces

Ya que nos referimos a los adelantamientos, en autopistas y autovías el primero en iniciar la maniobra, previa orden del jefe de grupo, será quien cierre el mismo, puesto que de esta forma el carril izquierdo quedará bloqueado y a salvo de la intromisión de otros vehículos. Tal y como indicábamos en el punto anterior, una vez en el nuevo carril se deberá seguir circulando escalonadamente.

Después de superar al vehículo que circulaba más lento que el grupo, el jefe de ruta incrementará ligeramente la velocidad para generar un espacio que permita a todas las unidades regresar al carril derecho con seguridad.

Y por lo que respecta a los cruces que impliquen desviarse a izquierda o derecha, es importante que ante un semáforo en rojo o un stop el grupo se compacte. Si no es así, ha de primar, sobre todo, la seguridad. La maniobra debe realizarse respetando la señalización y no tener prisa para seguir a los motoristas que ya la han completo. Si las unidades se dispersan, el jefe de ruta se encargará de reagruparlas, unos metros más adelante, en un punto seguro.

 

Nada de alcohol

Es habitual que durante la ruta se pare en algún bar para tomar un tentempié y, posteriormente, en un restaurante, donde se llevará a cabo un almuerzo de hermandad en el que, a buen seguro, se comentará el recorrido y saldrán a relucir numerosos temas moteros.

En el caso del refrigerio, es aconsejable acompañarlo con agua, un refresco o un consomé o café si la temperatura así lo requiere. Y durante la comida, lo mismo: nada de bebidas con alcohol. Un par de cervezas o copas de vino son suficientes para dar positivo en un test de alcoholemia, lo cual supone además de un peligro para tu seguridad y la del resto de motoristas, una sanción económica de entre 500 y 1.000 euros y la retirada de cuatro a seis puntos del permiso de conducción.

Después de todos estos consejos, estarás deseando sumarte a una asociación o motoclub para disfrutar de tu afición favorita. Harás amigos y a medida que sumes experiencia ganarás en seguridad. ¡Buenas curvas!

 

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