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Técnicas de conducción y consejos para conducir tu moto en invierno  


Publicado el 24/02/16

También en la época invernal, scooters y motocicletas son ideales para realizar trayectos urbanos, aunque cada tipo de vehículo tiene sus peculiaridades, siempre hay que tener en cuenta una serie de consejos para circular con seguridad. A continuación analizamos las técnicas de conducción en moto por ciudad en invierno para hacer frente a las “trampas” que presenta el asfalto en los meses más fríos.

conducción en moto (Fotolia)

No es la primera vez, que tratamos el tema de la conducción en moto en la época invernal. Hemos repasado aspectos relativos al manejo del vehículo como del mantenimiento o del equipamiento del motorista necesario para combatir los meses más fríos. En esta ocasión nos centramos, en los trayectos más habituales: los urbanos.

Conducción en moto tipo scooter

La mayoría de los usuarios de moto se decanta por un scooter para desplazarse por ciudad. Tanto es así, que, en la actualidad, “este tipo de vehículo representa cerca del 70 por ciento de las ventas registradas en España”, según afirma José María Riaño, Secretario General de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor).

De cara a los conductores de scooters –sobre todo los noveles y aquellos automovilistas que deciden aparcar su turismo y cambiarlo por un vehículo de dos ruedas–, conviene tener en cuenta las “trampas” que esconde el asfalto urbano en invierno:

Cabe destacar la pintura de la señalización horizontal –tanto la visible como la que ha sido “camuflada” por ser obsoleta–, las tapas de alcantarilla, las rejillas de ventilación o las manchas de aceite. Por ello, es vital conducir con prudencia –no confundir con manejar el scooter de manera tensa o con miedo–, extremar la precaución, anticiparse a esas “trampas”, ser “dulce” con el acelerador e igualmente suave a la hora de “tirar” de frenos.

Respecto a esta última cuestión, los usuarios de scooters han de tener en cuenta que las ruedas de este tipo de vehículos suelen ser de menor tamaño que las de una motocicleta, condición que, si bien los convierte en más ágiles, incrementa la posibilidad de deslizar y bloquear.

De manera especial, a los mandos de un scooter se ha de prestar atención a los charcos, y no sólo porque al circular sobre ellos pueda producirse el temido aquaplaning, sino porque es posible que escondan un bache que acabe provocando una caída. Para situaciones así, los modelos dotados de ruedas altas brindan una mayor estabilidad.

 

Scooters de tres ruedas

La estabilidad es una de las ventajas más apreciadas por los propietarios de scooters de tres ruedas. Comparados con los scooters de dos ruedas, hay quienes afirman que los de tres se conducen como un coche. Pero se trata de una leyenda urbana. Así pues, al subirse a ellos es preciso tener presente que su comportamiento dinámico es similar al de un vehículo de dos ruedas y que, por lo tanto, lo expuesto en el apartado anterior es igualmente válido para los de tres.

Eso sí, como indicábamos al inicio, brindan una mayor estabilidad al circular por las “trampas”, pero también son más aplomados al trazar una curva o abordar una rotonda y su capacidad de frenada es mayor. Y no menos importante: las probabilidades de sufrir una caída en un scooter de tres de ruedas, por deslizamiento del tren delantero, son menores en comparación con los de dos.

 

Circulación en motocicleta

Las motocicletas también son un excelente medio de transporte para desplazarse por ciudad en invierno. Por lo general, si bien es cierto que se comercializan algunos modelos con cambio automático, el conductor maneja el vehículo de manera menos relajada que en un scooter al tener que concentrarse en accionar el embrague e insertar la marcha adecuada. En conducción urbana, sobre todo en la época invernal, es esencial reducir de forma “suave”.

Si la motocicleta es de corte deportivo, lo más probable es que monte neumáticos con un compuesto más blando y una banda de rodadura con menor dibujo que las cubiertas convencionales. En este supuesto, igualmente válido para el resto de vehículos, en invierno es importantísimo circular con precaución hasta que los neumáticos, único nexo con el asfalto, alcancen una temperatura apropiada. Y, lógicamente, conservarlos en buen estado para garantizar una adherencia óptima tanto en seco como en mojado.

 

Recomendaciones para circular con moto en invierno

Al margen de si se circula en scooter o motocicleta, los profesionales de la escuela CSM, para fomentar la conducción segura entre el colectivo de los motoristas, recuerdan las siguientes recomendaciones para afrontar el invierno con mayor seguridad.

En mojado

Las primeras gotas que caen sobre el asfalto lo convierten en una pista de patinaje, sobre todo a la pintura utilizada en líneas de delimitación o pasos de peatones. El neumático pierde poder de agarre y se hace necesario controlar el acelerador, además de alargar la frenada para no ejercer demasiada presión en los frenos.

Por otra parte, la visibilidad disminuye con la lluvia y es aconsejable llevar limpia la visera del casco. Por último, no es conveniente inclinar mucho el vehículo, puesto que necesitamos la mayor parte de superficie del neumático sobre el suelo para tener más adherencia.

Contra el viento

En ocasiones podemos encontrarnos con fuertes ráfagas de viento que nos desestabilizan. Para controlarlo, es recomendable contrarrestar con el cuerpo la fuerza del viento y extremar la precaución, sobre todo si circulamos con sobrecarga, para prevenir los movimientos bruscos.

A oscuras

Lo más aconsejable es evitar circular de noche en moto, pero si las circunstancias obligan, hay que asegurarse de que todas las luces funcionan correctamente, para ver y ser vistos, y que los faros están bien limpios. En esta situación, el uso de un chaleco reflectante es muy recomendable.

Con frío

El frío intenso hace que varíe el comportamiento de la moto, ya que los neumáticos no cogen la temperatura necesaria para un funcionamiento seguro, y elementos como la amortiguación o los frenos reducen su capacidad de respuesta. El cuerpo se muestra más rígido y se pierde tacto en las manos, lo que hace necesario aumentar la concentración y el control sobre el vehículo.

Equípate

Para contrarrestar en lo posible las adversidades climatológicas, además de una mayor atención y precaución, es aconsejable llevar un equipamiento apropiado que nos proteja de la lluvia y el frío, contribuyendo así a que nuestros desplazamientos sean más seguros y agradables.

 

 

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