Ruta en moto: el litoral asturiano
Publicado el 02/02/16
Recorremos la franja costera de Asturias desde la playa de Peñarronda hasta la de Cue, próxima a la vecina comunidad cántabra. De más de 300 kilómetros de recorrido, esta es una ruta en moto que te permitirá disfrutar tanto de la naturaleza del Principado como de su vasto patrimonio cultural.
Con una franja costera que supera los 500 kilómetros, Asturias es una de las comunidades autónomas de España con más litoral. En su fachada marítima, el Principado atesora más de 190 playas, seis rías, zonas de dunas, tramos de acantilados abruptos y numerosos puertos, muchos de ellos de carácter deportivo. Sin duda, se trata un escenario privilegiado que invita a visitar los principales parques-playa de la región y sus alrededores sobre dos ruedas.
Inicio de la ruta en moto: Peñarronda, Castropol y Vegadeo
Iniciamos nuestro viaje en el Occidente de Asturias, concretamente en la playa de Peñarronda, perteneciente a los concejos de Castropol y Tapia de Casariego. Con una longitud de 700 metros, ha sido incluida en la Reserva de la Biosfera Oscos-Eo y declarada Monumento Natural, ya que, entre otros valores medioambientales, cuenta con un campo de dunas que da cobijo a una variada flora.
Desde Peñarronda, las carreteras AS-31 y N-640 permiten llegar a la villa de Castropol, situada a seis kilómetros. Sin duda, merece la pena conocer esta localidad caracterizada por sus casas blancas con techos de pizarra y levantada sobre la antigua población, destruida por un incendio en 1587.
Una vez en Castropol, el mototurista disfrutará visitando la capilla de Nuestra Señora del Campo, los palacios de Valledor, del Campo y de las Cuatro Torres, el parque de Vicente Loriente, el edificio del teatro-casino, las casas del Párroco y de los Pérez Pasarón, Villa Rosita o la calle de La Mirandilla, con unas magníficas vistas a la ría del Eo, la misma a la que se asoma Vegadeo.
Para llegar a la capital del concejo del mismo nombre, se han de recorrer ocho kilómetros por la carretera N-640. Y una vez en Vegadeo, al visitante le sorprenderán sus calles empinadas y una arquitectura ecléctica propia de principios del siglo XX.
Porcía, Coaña y Luarca
Desde Vegadeo, ponemos de nuevo rumbo hacia el litoral por las carreteras N-640, A-8, AS-23 y N-634, un recorrido de más de 20 kilómetros que conduce al parque-playa de Porcía. Ubicado en pleno corazón del Parque Histórico del Navia, en la frontera que separa los concejos de El Franco y Tapia de Casariego, cuenta con todo lo necesario para disfrutar de una jornada junto al mar en un marco que combina marismas, dunas y zonas arboladas.
Continuando la ruta hacia el Oriente asturiano, merece la pena acercarse al vecino concejo de Coaña, a 18 kilómetros por las carreteras N-634 y CN-1, para descubrir los vestigios de su importante castro, cuyas primeras excavaciones documentadas datan de 1877. Además, desde 1993 cuenta con un Aula Didáctica.
De regreso a la costa, las carreteras AS-12, N-634, A-8 y, de nuevo, N-634 posibilitan acercarse a la pintoresca villa marinera de Luarca tras recorrer 23 kilómetros. Localidad natal del científico Severo Ochoa, entre sus principales reclamos se encuentran la Casa de los Marqueses de Gamoneda y el palacio de los Marqueses de Ferrera.
Los Quebrantos y el playón de Bayas
La ruta por el litoral asturiano nos lleva hasta Soto del Barco después de recorrer 44 kilómetros por las carreteras N-634, A-8 y N-632. En dicho concejo se ha de visitar la playa de Los Quebrantos, que junto al playón de Bayas (Castrillón) forma una sola unidad. Este enclave es ideal para la práctica de actividades como la vela, el windsurf, el remo y el piragüismo. Y si lo que se desea es degustar la gastronomía de la zona, la vecina San Juan de la Arena, a cuatro kilómetros por la N-632, es famosa por sus angulas.
Siguiendo por las carreteras AS-318, N-643 y nuevamente la N-632, un itinerario de 15 kilómetros conduce a la popular playa de Salinas, en uno de cuyos extremos se ha habilitado el Museo de las Anclas, entre cuyas obras figura un busto de Philippe Cousteau, hijo del célebre oceanógrafo francés Jacques Cousteau.
Una vez en Salinas, es muy recomendable seguir por la N-632 y acercarse a Avilés, cuyo casco histórico ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico Monumental gracias a calles como las de Galiana, Rivero, La Ferrería o San Francisco, las plazas Mayor y del Mercado, los palacios de Valdecarzana, Camposagrado, Ferrera, Balsera o Llano Ponte, las iglesias de Sabugo y San Nicolás de Bari, etc. En cuanto a la vertiente más moderna de la ciudad, la representa el singular Centro Niemeyer.
Rumbo a Luanco y la playa de Moniello
Desde Avilés, la carretera AS-238 permite llegar en menos de media hora a Luanco, próximo al parque-playa de Moniello, en plena comarca de Cabo de Peñas, con una pequeña cala que sirve tanto para el baño como de fondeadero de pequeñas embarcaciones.
También en Luanco encontraremos el Museo Marítimo de Asturias, fundado en 1948 y dedicado a la recogida, catalogación, conservación, estudio y exposición de materiales y documentos relacionados con la actividad marítima. Y más al norte, a 10 kilómetros por la GO-1, es aconsejable visitar el faro de Cabo de Peñas y su Centro de Interpretación Medio Marino.
La playa de Rodiles y el Museo de la Escuela Rural
Superado el ecuador del viaje, las carreteras AS-118 y AS-239, la autovía A-8 y finalmente la nacional N-632 comunican Faro de Peñas con Villaviciosa, cuya ría, en plena comarca de la Sidra, ha sido declarada Reserva Natural Parcial. En tan idílico paraje se encuentra la playa de Rodiles, que, rodeada de pinos y eucaliptos, conforma un arenal de gran importancia ecológica.
Llegados a este punto, si se desea combinar turismo natural y cultural, al sur de Villaviciosa, concretamente en la localidad de Viñón, se inauguró en 2002 el Museo de la Escuela Rural, que aglutina una gran colección de mobiliario y material escolar de entre 1911 y 1970.
En tierra de dinosaurios
El recorrido va adentrándose en el Oriente asturiano y nos dirigimos a Colunga por las carreteras AS-255, AS-267 y N-632 antes de enlazar con la autovía A-8, la local AS-260 y la nacional N-632. Después de completar 30 kilómetros, nos encontramos a las puertas del Museo Jurásico de Asturias (MUJA), situado en un promontorio desde el que se contempla buena parte de la franja costera.
Tras admirar réplicas fidedignas de dinosaurios, a unos cuatro kilómetros al norte por la AS-257 nos espera Lastres, muy visitada por servir de escenario para la serie televisiva “Doctor Mateo”. Y no es de extrañar que fuese elegida para el rodaje, ya que esta villa escalonada es una de las más bellas de Asturias.
Una vez paseado por Lastres, se deshace el camino hasta Colunga y se continúa por la N-632 hasta La Espasa, cuya playa, debido a sus características y ubicación, presume de ser una de las más concurridas del Principado. Además, gracias al oleaje y los vientos fuertes, es especialmente apreciada por los aficionados al surf.
Llanes y Colombres
La ruta por el litoral asturiano va tocando a su fin. Antes, la A-8 facilita recorrer cómodamente los 44 kilómetros que separan La Espasa de Llanes, en cuyos alrededores se encuentra la coqueta playa de Cue. Ya en la villa, de visita obligada son Los Cubos de la Memoria, obra expositiva de Agustín Ibarrola que conforma un conjunto de gran belleza y colorido en la escollera del puerto.
Y para concluir, elegimos Colombres, a 21 kilómetros por la autovía A8. En esta localidad del concejo de Ribadedeva, próximo a la vecina Cantabria, nos espera la Fundación Archivo de Indianos, en la que se destaca la importancia que tuvo la inmigración en Asturias a finales del siglo XIX y principios del XX.
Finaliza aquí una ruta en moto de más de 300 kilómetros que, por su largo recorrido e interés de las localidades a visitar, invita a llevarlo a cabo, pausadamente, durante varias jornadas. Además, buena parte del itinerario se realiza en carreteras nacionales o tramos de autovía. Si todavía no tenéis pensado cuál va a ser la próxima ruta a lomos de vuestra querida compañera de aventuras, la que aquí os proponemos os facilitará conocer uno de los enclaves más atractivos de nuestro país: el litoral asturiano. ¡Buenas curvas!
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