Publicado el 08/06/16
Si te ves en la necesidad de revisar o reparar tu moto, desde este post te recomendamos que acudas a un concesionario o distribuidor oficial. Pero si decides llevarla a un taller, debes tener en cuenta una serie de consejos para saber si el mismo es legal y, además, hacer valer tus derechos. Descubre aquí las opiniones AMV para elegir talleres mecánicos donde reparar o revisar tu moto.
En los últimos años, la crisis ha provocado la aparición de numerosos talleres “ilegales o clandestinos” en nuestro país. Y si bien no existen datos oficiales, la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (CETRAA), estima que uno de cada cinco centros dedicados a dicha actividad opera sin las licencias pertinentes.
Y lo hace amparándose en muchos consumidores que, con el fin de ahorrarse unos euros, optan por este tipo de “especialistas” en lugar de confiar su vehículo a un taller legal, ignorando en la mayoría de casos que lo barato puede salir caro. Por ello, si tu moto tiene que ser reparada o revisada antes de un viaje o para pasar la correspondiente ITV, no te la juegues: acude a un taller que te ofrezca la máxima garantía. En este sentido, lo mejor es que lleves tu moto a un concesionario oficial o un servicio autorizado.
Toma nota de las siguientes recomendaciones para saber si se trata o no de un taller de confianza.
Placa identificativa, licencia y carteles de información
Lo primero que te permitirá distinguir un taller legal de uno ilegal es la placa identificativa. Si no la tiene en la fachada exterior, lo mejor es que vayas pensando en llevar la moto a otro centro. Y cuando nos referimos a una placa, no estamos hablando de un cartel en el que se pueda leer la palabra “taller”.
La placa ha de ser de color azul y contener en su interior una serie de espacios en blanco que, a su vez, reflejan información relativa al taller. En la zona superior, la misma se representa a través de unos iconos que indican qué actividades puede llevar a cabo el establecimiento: mecánica, electricidad, carrocería y pintura.
A media altura, en la parte izquierda refleja las áreas de especialización del taller (ruedas y neumáticos, equipos de inyección, radiadores, lunas, autorradios y comunicaciones, aire acondicionado y climatización y enganches). Y en su parte derecha, indica si se dedica a la reparación de motocicletas –lo verás rápidamente, ya que dicha información se refleja con el dibujo de una moto–. Si no es así, busca otro taller donde sí aparezca dicho símbolo.
Y, finalmente, en la zona inferior de la placa figura el código provincial, el contraste estampado por el órgano competente y el número de registro oficial del taller que proporciona el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Pero, además, los talleres están obligados a colocar de forma visible la licencia municipal que les autoriza a llevar a cabo su actividad y también una serie de información de interés para los usuarios, como la relativa al horario de apertura, la tarifa de mano de obra, los derechos de los clientes –por ejemplo, para presentar una hoja de reclamación–, etc.
Resguardo de depósito y presupuesto
Si a tenor del apartado anterior crees que el taller es legal, no te des por satisfecho. A no ser que se trate de una operación sencilla –por ejemplo, un cambio de aceite–, lo más probable es que tu moto tenga que quedarse unos días en él.
Si es así, pide un resguardo de depósito por duplicado –uno para ti y otro para el centro– y comprueba que en el mismo se especifique que el vehículo se queda en el taller para ser objeto de una inspección que permita elaborar un presupuesto y el número de kilómetros de la moto. Por si acaso, fotocopia el resguardo, ya que si pierdes este documento no podrás reclamar en caso de que tu querida montura “desaparezca” del taller.
Posteriormente, en el centro te avisarán para comunicarte qué tipo de avería tiene tu moto. En ese momento, solicita un presupuesto gratuito en el que se detalle el concepto (reparaciones a efectuar), el coste de las piezas y de la mano de obra, etc., así como los datos del taller y del vehículo, la fecha prevista de entrega del mismo…
De manera especial, es muy importante que se refleje qué averías presenta la moto. Y en caso de detectarse otras nuevas durante la reparación, el taller debe comunicárselo al cliente en un plazo máximo de 48 horas.
En cuanto a las piezas, debes saber que los talleres están obligados a utilizar repuestos homologados. En ocasiones, pueden recomendar reemplazar las piezas inservibles por otras usadas –pero, por motivos de seguridad, nunca relacionadas con la dirección, la suspensión o los frenos–. Si lo prefieres así porque dicha solución abarata el coste final, asegúrate de que el taller se responsabiliza de su buen estado por escrito. Pero si quieres un consejo de amigo, pide siempre que sustituyan las piezas averiadas por unas nuevas.
Factura y garantía, obligatorias
Para finalizar, el taller debe entregarte una factura cuando vayas a pagar la reparación de la moto. Al igual que en el presupuesto, en la misma debe especificarse qué tipo de trabajo se ha realizado, qué piezas se han sustituido, cuántas horas de trabajo han empleado los mecánicos, etc. Además, tiene que estar firmada y sellada.
Y eso no es todo. En la factura también ha de reflejarse que la reparación cuenta con una garantía de tres meses o 2.000 kilómetros. Y salvo que se trate de un elemento de desgaste –como, por ejemplo, los neumáticos–, la pieza nueva instalada tendrá, además, una garantía de dos años.
Igualmente, la garantía debe cubrir las posibles averías ya reparadas o los defectos que hayan sido causados como consecuencia de la propia reparación llevada a cabo en el taller e incluir mano de obra, piezas, impuestos, etc. Por lo tanto, ante una nueva avería sobre la ya realizada, el centro tendría que volver a repararte la moto de forma gratuita.
Por supuesto, si no estás de acuerdo con el servicio prestado siempre te quedará el recurso de solicitar una hoja de reclamación. Sobre los derechos de los consumidores, encontrarás información y recomendaciones de interés en la página web de la Asociación Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan).
Opiniones AMV: Recuerda que debes velar por tu seguridad
Sin duda, si acudes a un taller ilegal te ahorrarás un "dinerito" en la reparación de tu moto. Pero, si lo piensas bien, lo barato acaba saliendo caro. Recuerda que sólo los centros autorizados disponen del material adecuado para llevar a cabo una actividad que, si no se realiza correctamente, puede llegar a poner en peligro tu seguridad y la del resto de los usuarios de las vías públicas.
Por ello, toma nota de lo expuesto en el presente post para saber si el taller al que acudes es de confianza y, de paso, para hacer valer tus derechos como consumidor.