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Conducción en moto por ciudad en invierno  


Publicado el 26/12/14

El invierno ya está aquí. Toma nota de los siguientes consejos para que tus desplazamientos urbanos, en moto o scooter, sean más seguros en condiciones de bajas temperaturas, lluvia y poca visibilidad. Además, claro, no debes descuidar tu equipamiento en la estación más fría del año.

Conducción segura en moto por ciudad con AMV Seguros

Desde AMV, especialistas en seguros de moto y quad, te recordamos qué debes tener en cuenta para realizar una conducción segura en tus recorridos por la ciudad durante la época invernal.

Sin duda, las motos y scooters son un medio de transporte ideal para desplazarse por el medio urbano. El 91 por ciento de los españoles entrevistados que se desplazan en motocicleta o ‘scooter’ al trabajo afirma llegar a su destino en menos de diez minutos, mientras que el 41 por ciento de quienes utilizan el automóvil tarda más de una hora en realizar su recorrido.

Además, los ayuntamientos de las grandes poblaciones son conscientes de que los vehículos de dos ruedas, al registrar menos emisiones contaminantes que el resto, contribuyen a la movilidad sostenible. Por ello, algunos consistorios facilitan el uso de motocicletas y scooters a través de medidas como carriles específicos, los denominados “avanza motos” en los semáforos o aparcamientos exclusivos.

Pero, además de ventajas, la conducción en ciudad también tiene algunas peculiaridades para los motoristas, sobre todo en invierno, estación caracterizada por las bajas temperaturas, las precipitaciones de lluvia y menos horas de luz diurna. Por ello, conviene tener en cuenta una serie de consejos para circular con seguridad.

El 91 por ciento de los españoles entrevistados que se desplazan en motocicleta o ‘scooter’ al trabajo afirma llegar a su destino en menos de diez minutos, mientras que el 41 por ciento de quienes utilizan el automóvil tarda más de una hora en realizar su recorrido.


Conducción con bajas temperaturas 


En las jornadas especialmente frías, los neumáticos tardan más tiempo en alcanzar una temperatura óptima, reduciendo así su capacidad de adherencia. Además, otros componentes, como las suspensiones o los frenos, también ven mermada su respuesta. Por lo tanto, en situaciones así conviene ser prudente y conducir con suavidad.

Conducción con lluvia


Lo habréis escuchado en alguna ocasión: cuando llueve, el asfalto se convierte en una “pista de patinaje”. El contacto del agua con la superficie, donde suele haber restos de aceite o carburante, convierten el suelo en una trampa continua. Por ello, se debe extremar la precaución, conducir siempre alerta y sin brusquedades.

De manera especial, hay que prestar atención a las señales horizontales que hayan sido borradas con alquitrán, las tapas de alcantarillas, las rejillas de ventilación o la pintura aplicada, por ejemplo, a los pasos de cebra. Con lluvia, pueden desequilibrar la moto, sobre todo si la inclinamos o frenamos repentinamente sobre dichas superficies. En esta situación, contar con un sistema antibloqueo de frenos (ABS) es de gran utilidad.

Y, lógicamente, hay que hacer frente al temido “aquaplaning”. Al respecto, la mejor receta es contar con unos neumáticos en perfecto estado de revista. Si están desgastados, no demores su sustitución y reemplázalos antes de que llegue el mal tiempo. Cuanto mayor dibujo y profundidad tenga la banda de rodadura, más seguridad te brindarán.

Ah, y por último: mucho ojo con los charcos. Ya no solo porque puedan provocar ‘aquaplaning’. Es posible que camuflen un agujero sin reasfaltar que pueda derivar en una caída.

Conducción en moto con lluvia

Conducción con poca visibilidad


Conviene recordar que en invierno gozamos de menos luz diurna. En condiciones de poca visibilidad, tan importante como agudizar la vista y los sentidos lo es contar con todos los grupos ópticos de la moto en perfecto estado. Y, por supuesto, utilizar los intermitentes para advertir al resto de los conductores de la maniobra que vamos a realizar. Un chaleco reflectante y la visera del casco limpia contribuirán a reforzar la seguridad del motorista.

La importancia de contar con un buen equipamiento


Al igual que sucede con la indumentaria personal, en invierno no se debe descuidar el equipamiento motero para los desplazamientos urbanos.

  • Comenzando por el casco, los de tipo “jet” son idóneos para la ciudad, pero más indicados para la primavera y el verano. En el caso de los meses más fríos, mejor decantarse por un modelo modular abatible o integral (completamente cerrado). Normalmente, pueden guardarse bajo el asiento del scooter o en el “top case” de la moto.

  • En cuanto a la chaqueta, una con un diseño casual es una buena opción para combinar con la ropa de calle. Pero, sobre todo, conviene asegurarse de que sea impermeable y esté dotada de protecciones.

  • Lo mismo puede decirse del pantalón. Actualmente, hay modelos vaqueros, con fibra de Kevlar en zonas de máxima fricción, que pasan inadvertidos y protegen a su usuario en caso de caída.

  • Como complemento, existen trajes impermeables y livianos para colocar encima de la chaqueta y el pantalón de uso diario. Además, cuentan con inserciones reflectantes y, una vez plegados, se guardan fácilmente en la guantera del ‘scooter’ o bajo el asiento.

  • Por lo que respecta a los guantes, adquieren una gran importancia en invierno, ya que las bajas temperaturas provocan una falta de tacto y sensibilidad en las manos. Obviamente, hay que adquirirlos con protecciones. Y si la moto cuenta con puños calefactables, mucho mejor.

  • Para finalizar, tampoco se debe descuidar el calzado. En el caso de no utilizar uno específico, conviene, a ser posible, que sea cerrado, sin cordones y que proteja hasta   la zona de los tobillos.

Actualmente, los establecimientos especializados en equipamiento, y los denominados “outlets”, ofrecen artículos con una interesante relación-calidad precio y aptos para todos los bolsillos. Así pues, el económico no ha ser un impedimento para ir bien equipado en invierno.

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