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Antirrobos: lo barato sale caro  


Publicado el 21/05/15

Compras una buena moto, bonita, sobrada de potencia. Son diez mil euros, pero es la que soñabas. ¿Y te conformas después con un antirrobo de 20 euros? ¿O te quedas con el que te regalan en la tienda que no siempre es de buena calidad? Si has respondido afirmativamente, mejor dale otra vuelta.

Moto aparcada.

  
Evitar un robo al 100 por ciento es imposible. No se trata de eso. Se trata más bien de hacer ver a quien esté pensando en llevarse nuestra moto que le será muy difícil lograrlo. Para conseguir este objetivo, lo mejor es utilizar dos sistemas antirrobo a la vez.

El método más utilizado para robar una moto es la furgoneta. Por eso, conviene encadenar nuestra máquina a cualquier soporte fijo, ya sea farola, valla, árbol o bolardo que tengamos a mano. Incluso es recomendable candar nuestra moto a otras.

 

Lugares para estar atentos

Tu garaje. Es uno de los sitios preferidos para robar una moto. Muchas personas se confían cuando entran en su plaza de garaje y los ladrones lo saben. Por eso, hay que poner los antirrobos como si la dejáramos en la calle y, si fuera posible, colocar un coche adelante, de forma que haya que moverlo para sacar la moto.

Gasolineras. Lugares peligrosos. Nunca hay que abandonar la moto sin sacar la llave y bloquear la dirección. Si tenemos alguna sospecha, no dudemos en acercar la moto a la puerta del establecimiento antes de pagar.

Concentraciones y grandes premios. Donde hay mucha gente siempre hay más riesgo de que nos roben. Lo mejor es actuar como si fuéramos a dejar la moto toda la noche. Poner los antirrobos y sujetarla a un elemento fijo. Después, procurar unirla chasis con chasis a otras motos.

Homologados. No comprar un antirrobo que no tenga certificado de homologación.  Preguntar por los sellos de NF-FFMC y SRA (Francia), Sold Secure Gold (Gran Bretaña), ART (Holanda), VAT (Finlandia) y SSF (Suecia). Así, nos aseguraremos de que sus componentes aguantarán un ataque con maza, soplete, líquido corrosivo o cortafríos durante algún tiempo. 

 

Diferentes tipos de antirrobos

Alarma con localizador GPS. Las de última generación son sin duda el sistema antirrobo más recomendado. Se pueden colocar en cualquier moto. Eso sí, su instalación requiere de personal especializado. Son también las más caras, pero el gasto merece la pena.

Antirrobos en U. Bastante efectivos. Son en realidad arcos de seguridad y se pueden alojar bajo el asiento de motos y scooters, aunque existen soportes específicos. Se aconseja colocarlo lo más lejos posible del suelo para evitar que el vehículo pueda ser atacado contra un soporte firme. 

Cadenas. Han mejorado mucho y son bastante efectivas. En el lado negativo, está su peso y poca manejabilidad. Son perfectas para combinarlas con una U y encadenar la moto a un elemento fijo.

Cables. No son lo más apropiado. Por el contrario, utilizarlos es casi como no llevar nada. Como mucho, podemos usarlos para atar el casco a la moto, aunque tampoco nos garantizan que siga allí a la vuelta.

Articulados. Son los clásicos pitones. Algo más seguros y de precio asequible. Constan de un cable que ha sido "blindado" con una serie de secciones de acero que lo recubren totalmente.

Articulados para scooter. Son una evolución del pitón y solo impiden que el vehículo se mueva en línea recta. Requieren una muy simple instalación para ubicar el soporte del antirrobo al lado del asiento y el anclaje del candado al manillar. Durante la marcha no ocupan sitio, ya que se colocan bordeando el asiento.

De disco. Son los más manejables y, por ello, los más utilizados. Ofrecen una buena protección, pero se deben usar en combinación con otros sistemas, ya que no evitan el robo con furgoneta.

En tu propio garaje. Si no tienes una columna cerca, opta por colocar un anclaje en el suelo (más sólido que la pared), con tornillos de seguridad y argollas  de gran sección.

 

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