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Por capas.
Más que una sola chaqueta muy cálida y poco manejable, es preferible vestirse en sucesivas capas. Lo fundamental es que nuestro cuerpo se mantenga a una temperatura más o menos constante y pueda transpirar, tanto si llueve como si estamos a 10 bajo cero.
Varios elementos.
La primera capa es la camiseta térmica que va a estar en contacto con la piel. Es imprescindible y constituye nuestro último escudo contra el frío. Tiene que ser muy ligera, antialérgica, capaz de deshacerse del sudor y de secarse con rapidez. En las piernas, un pantalón interior y unos calcetines del mismo material térmico (generalmente poliamidas, polipropilenos y elastán).
Guardar el calor.
La segunda capa suele ser un forro polar o un softshell con capacidad para ser tan transpirable, como la ropa interior térmica. Son responsables de crear una especie de microclima para mantener el calor corporal. O sea, algo parecido al jersey de toda la vida.
Contra viento y lluvia
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La tercera capa es quizá la más importante. Se trata de la chaqueta que nos va a librar del agua, del viento y del frío. Una de gore-tex es una buena elección, ya que cuenta con una membrana que repele el gua y, a la vez, permite la transpiración. Mejor coger una con varios forros, para poder ir quitándolos si suben las temperaturas. Y para los pantalones, el mismo material.
Manos y pies calientes
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Punto crucial. Para los guantes escogeremos el mismo material de la chaqueta, gore-tex, siempre con protecciones en palma y nudillos. Debemos probarlos y ver que no nos queden justos. Para las botas, elegir cualquier modelo con membrana de gore-tex. Son el mejor compromiso entre protección térmica y comodidad
Casco
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El integral es sin duda la mejor solución para el invierno. Un sotocasco es un complemento perfecto para evitar el viento en el cuello. Como es natural, con frío exterior y calor interior se forma vaho en la visera del casco. Para evitarlo, lo más efectivo es incorporar en la visera un pinlock, accesorio barato y muy útil que se instala con facilidad, si bien muchos cascos lo traen ya de serie.
Ya nos hemos equipado. ¡Ahora toca poner a punto nuestra moto!
Bateria
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Es una pieza clave de nuestra moto. Más del 50% de las llamadas a servicios de asistencia tienen que ver con este elemento. Ninguna moto moderna arrancará sin batería por falta de presión en la inyección, y ningún scooter lo hará tampoco debido a su embrague automático. La única solución es un buen mantenimiento, algo bastante sencillo de realizar
Bajo control
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Antes del invierno es conveniente hacer una revisión completa a la moto, haciendo especial hincapié en el sistema eléctrico. Después, el cuidado de la batería corre de nuestra cuenta. El primer error es permitir que su descarga llegue a un punto tal que la moto no sea capaz de arrancar.
Malos y buenos hábitos
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Si vamos a tener la moto parada unos días es bueno desconectar los cables de la batería. Siempre hay que desconectar primero el cable negativo (negro) y luego el positivo (rojo). Y viceversa, siempre conectar primero el cable positivo (rojo), y una vez conectado éste, proceder con el negativo (negro).
Atentos
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Las baterías empiezan a dar problemas cuando se acercan a los dos años de uso. Una buena costumbre es comprobar periódicamente el nivel de voltaje con un simple voltímetro. Si este nivel está entre los 12,8 V y los 12,3 V, estamos en la franja correcta. Pero si baja de este voltaje tendríamos una batería prácticamente muerta o descargada. Procede una recarga inmediata
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