Publicado el 22/03/17
Si vas a estrenar moto o scooter, los primeros kilómetros deberás dedicarlos al rodaje de sus principales componentes. ¿No sabes en qué consiste el rodaje de moto o cómo llevarlo a cabo? A través del presente artículo intentamos despejar tus dudas.
Antes de iniciar cualquier práctica deportiva –como, por ejemplo, el “running”–, preparar tanto los músculos como las articulaciones es esencial para prevenir posibles lesiones. Es lo que popularmente se conoce como calentamiento. Y no sólo eso: quienes se inician en el saludable mundo del deporte deben marcarse metas de forma progresiva, porque, obviamente, de la noche a la mañana no puede afrontarse un “ironman”… De intentarlo, las consecuencias para la salud del insensato deportista podrían ser incluso graves.
Lo mismo sucede con las motos nuevas. Requieren un tiempo de rodaje para que sus distintos elementos se vayan ajustando con el objetivo de ser más eficaces y duraderos. Si adquieres el modelo de tus sueños en un concesionario oficial, sus responsables te facilitarán un libro de usuario y te brindarán todo tipo de consejos para que mimes a tu nueva compañera de aventuras hasta la primera revisión oficial. Es decir: con el manual y las recomendaciones de los profesionales podrás realizar un correcto rodaje a tu flamante moto o scooter, contribuyendo así a prolongar su vida útil.
Temperatura del motor
Si no tienes muy claro en qué consiste el rodaje de moto y eres un conductor novel, no te preocupes. Como se suele decir, para todo hay una primera vez… Antes de nada, debes prestar especial atención al “corazón” de tu “máquina”, el motor, ya que de su buen “estado de salud” dependerá que el mismo te dé más o menos satisfacciones.
Sin entrar en cuestiones demasiado técnicas, es importante que sepas que todos los propulsores necesitan un periodo de tiempo para que se ajusten las superficies en rozamiento. Y si su rodaje no es correcto, podría suceder que la mecánica llegase a consumir más lubricante con el paso del tiempo o ver reducidas sus prestaciones.
Para que ello no sea así, empieza vigilando la temperatura del motor. No pretendas ser como Marc Márquez o Valentino Rossi y salir precipitadamente del “box” con el objetivo de marcar la “pole position”. Tómate tu tiempo: deja el propulsor al ralentí y, antes de ponerte en marcha, espera unos minutos a que alcance una temperatura óptima. De esta forma, garantizarás una correcta lubricación de sus componentes y evitarás que se desgasten prematuramente.
Régimen de revoluciones
Una vez que el motor haya alcanzado su temperatura óptica, tocará poner en práctica lo de “carretera y manta” y no “castigar” la mecánica durante el periodo de rodaje indicado por el manual de usuario o recomendado por los profesionales del concesionario.
Estos últimos son los más indicados para aconsejarte cuál es el régimen de revoluciones más apropiado que debe alcanzar el propulsor en el kilometraje fijado para el rodaje. Por lógica, no conviene abusar del gas ni situar la aguja en la zona roja del cuentavueltas. Pero tampoco llevarla en la parte baja…
Al respecto, el sentido común nos dice que en el término medio está la virtud. Durante los primeros kilómetros, no exprimas el motor como si de una MotoGP se tratase. Exígele poco a poco, y, como si estuvieses practicando deporte, de manera progresiva. Ahora bien: aunque te aconsejen que no sobrepases ciertas revoluciones, no sucederá nada si puntualmente lo haces para, por ejemplo, realizar un adelantamiento. Recuerda que maniobras así deben llevarse a cabo con total seguridad y en ellas el propulsor juega un papel importante.
Una vez que la mecánica haya completado el rodaje de moto, es muy importante que acudas al concesionario oficial para que sea objeto de una revisión. Durante la misma, en el taller reemplazarán el aceite viejo, impregnado de partículas de metal, por un lubricante nuevo. Toma nota y no retrases la visita al centro especializado.
Y cuando el motor funcione de forma óptima en todo su rango de revoluciones, quizás te interese practicar una conducción eficiente. En el Territorio AMV te explicamos en qué consiste tanto en lo relativo a la puesta a punto de la moto como a la aerodinámica y el pilotaje.
Rodaje de moto: otros elementos a tener en cuenta
Igualmente, durante los kilómetros de rodaje de moto deberás ser cuidadoso con elementos como el embrague, el cambio, las suspensiones o los frenos. Como en el caso del motor, si conduces racionalmente y de manera suave, sin hacer un uso brusco de las manetas o los pedales y transitando por vías con buen firme, contribuirás a que todos esos elementos vayan ajustándose y dando lo mejor de sí.
En el caso de las suspensiones y los frenos, forman parte del denominado “triángulo de seguridad” junto a los neumáticos. Y estos últimos, único nexo de unión entre la moto y el asfalto, también exigen un periodo de rodaje especial.
Si alguna vez has visto unos neumáticos nuevos, habrás observado que lucen impecables y que su banda de rodadura tiene un brillo especial debido a la aplicación de productos como la silicona y la parafina. Pues bien: ese “barniz” disminuye la capacidad de adherencia hasta que desaparece. Por ello, tendrás que ser muy precavido en el periodo de rodaje y no forzar las cubiertas al acelerar ni al frenar. Para que te hagas una idea, al principio es como si condujeses en condiciones de lluvia. Por lo tanto, precaución, amigo motorista.
Mantenimiento de la moto
Una vez completado el rodaje de moto –a ser posible en conducción mixta (ciudad y carretera)–, no olvides que la puesta a punto de la misma es esencial. En el post “Mantenimiento de la moto, factor clave de la seguridad” encontrarás diez puntos básicos que todo motorista debe tener en cuenta, desde la presión y el estado de los neumáticos hasta la revisión del líquido refrigerante.
Una puesta a punto en la que, por cierto, la limpieza también tiene su importancia. Si deseas entretenerte y dejar como nueva a tu inseparable compañera de aventuras, te recomendamos leer el artículo “Lavar la moto: Consejos para que luzca impecable”.
Y cuando tengas que renovar la póliza, recuerda que en AMV puedes contratar ahora tu seguro de moto, en sólo 3 minutos, sin moverte de casa, desde la modalidad básica, robo e incendio hasta un seguro a todo riesgo. Y si así lo deseas, puedes completar tu póliza con las coberturas opcionales de Asistencia en Viaje, Accidente del Conductor y Equipamiento.
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