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Historia de la motocicleta  


Publicado el 14/02/18

¿Cuándo se crearon las primeras motocicletas? ¿Cómo eran? ¿Qué tipo de motores montaban? Si deseas conocer un poco más sobre la historia de la motocicleta, sigue leyendo.

Historia de la Motocicleta

*Fuente de la imagen: Daimler Media

¿Quién creó la motocicleta? Orígenes

En la actualidad, millones de personas realizan sus desplazamientos diarios o viajes de placer en moto. En el caso de Europa, ciudades como Barcelona son todo un referente al hablar de movilidad sobre vehículos de dos o tres ruedas, mientras que a nivel global su uso es masivo en países asiáticos y latinoamericanos. Pero, ¿quién creó la motocicleta? ¿Has pensado alguna vez cuáles son sus orígenes? ¿Cómo se gestó el que ha acabado siendo uno de los medios de transporte más populares del mundo?

Si tu respuesta a estas preguntas es que a un “iluminado” se le ocurrió colocar un motor a una bicicleta, no vas desencaminado. ¡Bingo! Pero para llegar a ese punto, primero hubo otros emprendedores que pusieron su granito de arena en el progreso de la humanidad. Como verás a continuación, antes de llegar a lo que hoy conocemos como motocicleta fue preciso desarrollar las partes que constituyen el todo de un símbolo de libertad.

La rueda, esencial para inventar la motocicleta

Llegado el momento de preguntarse qué fue antes, si el motor o la bicicleta, la respuesta es bien sencilla: la rueda. Definida por la Real Academia Española como “pieza mecánica en forma de disco que gira alrededor de un eje”, hace más de 5.000 años que convive entre nosotros. En cuanto a su origen, algunos expertos sostienen que la rueda fue inventada en Mesopotamia y otros apuntan a Europa Central. En cualquier caso, no cabe duda: su aparición fue decisiva para la evolución del ser humano y sin ella no existiría la motocicleta.

Ya que hablamos de evolución, la de la rueda ha sido significativa. Del primitivo disco macizo de arcilla se pasó al de madera. Poco a poco, fue convirtiéndose en un elemento más sofisticado hasta el punto de contar con radios y ser cubierto de caucho. Y, finalmente, dotado de una cámara de aire, invento patentado en 1888 por el escocés John Boyd Dunlop. ¿Te suena su apellido?

La bicicleta, embrión de la moto

Sin la rueda no llegarían a concebirse los carros para tareas como las agrícolas o militares ni los carruajes destinados al transporte de personas o mercancías. Ni tampoco la bicicleta, auténtico embrión de nuestra protagonista: la motocicleta. En el desarrollo del primer biciclo tuvo mucho que ver el investigador e inventor alemán Karl von Drais, quien, allá por 1817, creó un prototipo de dos ruedas, inspirado en una carreta, que carecía de pedales y cadena. El único modo de impulsión de “La draisienne” era a través del contacto de las piernas de su ocupante con el suelo.

Un año después, aquel invento fue bautizado en Francia como velocípedo. Y en 1839, el escocés Kirkpatrick Macmillan incrementó sus prestaciones con la incorporación de unos pedales, si bien la considerada primera bicicleta moderna, obra del inglés John Kemp Starley y conocida como “Rover Safety Bicycle”, no vio la luz hasta 1885. Para muchos, ese es el año del nacimiento de la motocicleta. Pero no adelantemos acontecimientos…

Primeros biciclos con motor de vapor

Queda clara la contribución de la rueda para desarrollar la bicicleta, considerada “la más bella conquista del hombre” por el escritor y escenógrafo francés René Fallet. Pero, ¿qué hacía falta para convertir la bicicleta en una moto? ¿Un motor? ¿De qué tipo? En la actualidad, si bien existen modelos eléctricos y hasta híbridos, la mayoría de motocicletas se alimenta de gasolina, aunque no siempre fue así…

Hasta la llegada de los propulsores de combustión interna, las máquinas de vapor fueron protagonistas de la primera Revolución Industrial. En dicho periodo, el ingeniero escocés James Watt perfeccionó y popularizó los motores de vapor. Hasta tal punto que otros inventores decidieron servirse de ellos para incorporarlos a bicicletas.

Fue el caso del estadounidense Sylvester Howard Roper, cuyo velocípedo a vapor, desarrollado entre 1867 y 1869 en Boston, es para algunos la primera motocicleta de la historia. En aquellos años, concretamente en 1868, en la vieja Europa se concibió un vehículo similar. Obra de los franceses Pierre Michaux y Louis-Guillaume Perreaux, alcanzaba una velocidad máxima de 30 km/h.

Gottlieb Daimler: el “padre” de la motocicleta

La existencia de los biciclos con motor de vapor se prolongó hasta finales del siglo XIX. Pero la misma se vio interrumpida ante la cada vez mayor demanda de los propulsores de combustión interna, más pequeños y eficientes. El 3 de abril de 1885, el ingeniero, constructor e industrial alemán Gottlieb Daimler patentó un propulsor monocilíndrico de cuatro tiempos que, unos meses después, acabaría montando en la, esta vez sí, considerada primera motocicleta –o, al menos, su auténtico punto de partida–.

Prototipo motocicleta

*Fuente: Daimler Media

La primigenia Reitwagen, que así es como se conoce al artilugio en cuestión, se basó en una bicicleta con bastidor y ruedas de madera. Aquel vehículo experimental tenía como objetivo testar el motor patentado por Daimler, que, con una cilindrada de 264 cc, otorgaba una potencia de 0,5 CV a 600 rpm y permitía alcanzar una velocidad punta de 12 km/h.

Tras comprobar las bondades de aquel tipo de mecánica, el considerado “padre” de la motocicleta se embarcó en el desarrollo de automóviles. Pero su invento no cayó en saco roto. Una década después, también en Alemania, la Hildebrand & Wolfmüller se convirtió en la primera motocicleta equipada con propulsor de combustión interna fabricada para el gran público. A diferencia de las creadas por Roper, Michaux-Perreaux y Daimler, carecía de pedales –desmarcándose así del concepto de bicicleta con motor–. Y por lo que respecta a su motor bicilíndrico de 1.489 cc, rendía 2,5 CV a 240 rpm y facilitaba circular a una velocidad máxima de 45 km/h.

En cuanto a España, las motos con mecánicas de combustión interna comenzaron a comercializarse a finales del siglo XIX y no tardaron en popularizarse. Con un peso inferior a 50 kilos y una potencia que no sobrepasaba los 2 CV, los bautizados como motociclos fueron, además, protagonistas de pruebas deportivas –muchas de ellas, celebradas en velódromos– que atraían a numerosos espectadores.

Y, como se suele decir, el resto es historia… Después de leer el presente artículo, ¿ya tienes más claro quién creó la motocicleta? Ahora ya puedes disfrutar de tu medio de transporte favorito sabiendo algo más de sus orígenes. ¡Buenas curvas!