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Las distraciones más comunes al volante  


Publicado el 09/01/19

Desde vigilar a los niños hasta buscar un objeto dentro del vehículo, las distracciones al volante pueden provocar un accidente de tráfico. Toma nota de cuáles son las más frecuentes para que tus trayectos en coche sean más seguros.

Fatiga al volante

Son muchas las causas que pueden originar un accidente de tráfico. Entre ellas se encuentran la velocidad excesiva o inadecuada, el consumo de alcohol y drogas, las condiciones meteorológicas o el mantenimiento del vehículo. Y también, cómo no, las distracciones al volante.

Pero según la Dirección General de Tráfico (DGT), los conductores no asociamos las distracciones con el riesgo. Sin embargo, son la causa de más del 30% de los accidentes de circulación. Al respecto, desde la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial) apuntan que el 45% de los siniestros podría evitarse si estuviésemos más atentos a lo que sucede en la carretera.

A través del presente post vamos a centrarnos en 10 distracciones que pueden originar un accidente de tráfico. Recuerda que tu seguridad y la de los ocupantes del vehículo dependen de tu atención al volante. Toma nota de todas ellas y ¡no te distraigas!

Las 10 distracciones al volante más comunes

1. Conversaciones, las justas y necesarias

Ya que nos hemos referido a los ocupantes, suele afirmarse que hablar con el conductor contribuye a evitar que se quede dormido –de manera especial, en los desplazamientos de largo recorrido que se realizan por la noche–. Pero conviene tener en cuenta que una o varias conversaciones son motivo de distracción.

Por ello, los expertos recomiendan mantener un buen ambiente dentro del vehículo, no hablar de temas importantes durante el trayecto, evitar las discusiones a bordo y no propiciar un contacto visual con el conductor. De esta forma, no desviará su atención de la carretera y permanecerá concentrado en la conducción.

2. Niños a bordo: la educación, esencial

Continuando con los ocupantes, los niños también son un factor de distracción importante. Y quienes llevan a pequeños en los asientos traseros del vehículo suelen mirar frecuentemente por el retrovisor o girar la cabeza para vigilarlos. Dos acciones que, durante unos segundos, suponen dejar de prestar atención a la carretera.

En este caso, desde la DGT aconsejan enseñar a los niños a ir calmados en el coche, y a no jugar dentro de él, para no distraer al conductor. Por supuesto, los pequeños han de viajar en un sistema de retención infantil homologado. Y siempre que sea posible, es recomendable que haya una persona en el automóvil que se ocupe de tranquilizarlos y atender sus necesidades.

3. Manipular el navegador en marcha, motivo de sanción

Los automóviles actuales vienen cada día más equipados. Y gracias a los sistemas de entretenimiento, la conectividad va ganando terreno. Como dice la letra de cierto sainete lírico, “hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad” y no cabe duda de que las nuevas tecnologías son muy útiles en la conducción. Pero también representan un peligro si no se manejan de manera racional y responsable.

En el caso del navegador, manipularlo en marcha distrae nuestra atención de la carretera. Además, conviene recordar que, según el Código de Tráfico y Seguridad Vial, conducir utilizando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro medio o sistema de comunicación se considera una infracción grave que implica la retirada de puntos del carnet de conducir.

4. Llamadas telefónicas: solo con manos libres

Al hilo del punto anterior, el teléfono móvil se ha convertido en un artículo imprescindible para la gran mayoría de ciudadanos. Y antes de salir de viaje, su batería debe haberse cargado completamente para garantizar su uso durante el recorrido o para realizar una llamada a la compañía aseguradora o los servicios de asistencia en caso de necesidad.

Sin embargo, no es recomendable establecer comunicaciones telefónicas al volante. Y de hacerlo, han de realizarse a través de sistemas de manos libres homologados. En cuanto a los mensajes de texto, enviarlos mientras se conduce es una temeridad, ya que se multiplica exponencialmente el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

5. Comer y beber, mejor en una estación o área de servicio

En algunas “road movies” no extraño ver cómo el conductor de un automóvil come y bebe mientras maneja su vehículo. Pues bien: se trata de un hábito ciertamente peligroso que conlleva una sanción económica. Y ello es así porque, al comer y beber en el coche, el conductor no tiene las dos manos en el volante, comportamiento considerado “conducción negligente”.

Para evitar distracciones causadas por la comida o la bebida, siempre nos quedará el recurso de hacer una “parada técnica” en una estación o área de servicio. ¿No te parece? Por cierto: no ingieras comidas copiosas ni alcohol, puesto que te pasarán factura cuando reanudes la marcha.

6. Tabaco: el habitáculo del coche, libre de malos humos

El consumo de tabaco provoca más de 50.000 muertes al año en España. Y todavía son muchos los conductores que fuman al volante, un hábito que causa una serie de distracciones: encender el cigarrillo, sujetarlo, procurar que no se desprenda la ceniza para no manchar la tapicería o quemarnos…

Ciertamente, fumar mientras se conduce puede ocasionar un accidente de tráfico. Además, hacerlo con ocupantes a bordo que no están habituados al tabaco o lo rechazan está cada vez peor visto. De ahí que algunas instituciones públicas reclamen que se prohíba fumar en los coches. Si eres fumador, mata el gusanillo antes de conducir o cuando realices una parada para reponer fuerzas, ir al baño o estirar las piernas.

7. Sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate

También es habitual que en las detenciones por atascos o ante semáforos en rojo, algunas personas aprovechen esos “tiempos muertos” para, por ejemplo, maquillarse o retocarse. Y más preocupante aún, hay quienes lo hacen con el coche en marcha, una conducta que, observan desde la DGT, altera la concentración en el manejo del vehículo. “Si estamos pendientes de nosotros, no lo estamos de la carretera. Y ese proceder puede provocar un accidente”, señalan.

8. La lectura al volante, otro motivo de distracción

Igualmente, los atascos y el tiempo que se permanece parado ante un semáforo en rojo suelen venir bien para leer. Abrir el periódico que acabamos de comprar o conectar nuestro smartphone a Internet nos permitirá estar al tanto de las últimas noticias. Pero no parece muy lógico que lo hagamos mientras estamos al volante, momento en el que todos nuestros sentidos deben volcarse en la conducción.

9. ¿Dónde he puesto las gafas de sol? ¿Y las llaves de casa?

Otra distracción muy frecuente al volante es la búsqueda de objetos. Al aproximarnos a un peaje y tener que pagar, ¿dónde está la cartera o el monedero? Y ante un deslumbramiento, ¿qué hemos hecho con las gafas de sol? Y ya puestos: ¿estarán las llaves de casa en la guantera? ¿Y la memoria USB con las canciones que grabamos para escuchar durante el viaje?

Si no encontramos lo que buscamos, lo mejor es parar e intentar localizar el objeto tranquilamente. En marcha, unas décimas de segundo de distracción son suficientes para sufrir un accidente de tráfico.

10. Estado físico y anímico del conductor

Por último, y no por ello menos importante, el estado físico y anímico también puede dar lugar a distracciones. Conducir durante mucho tiempo sin parar o ir pensando en nuestras cosas son factores que propician que bajemos la guardia y que nuestra atención en la carretera disminuya. ¡No lo olvides! Y recuerda siempre que las distracciones influyen en la distancia de detención, el tiempo de reacción y la distancia de frenado.