Publicado el 07/08/19
¿Alguna vez te has preguntado cuáles son las multas de tráfico más frecuentes? Repasamos las principales infracciones que cometen los automovilistas y las sanciones que conllevan. Si no quieres ser multado, ¡sigue leyendo!
Está claro: ponernos al volante de nuestro automóvil es un ejercicio de responsabilidad. Sin embargo, diariamente se registran numerosas infracciones en la red viaria española. En unos casos, las mismas se saldan con la correspondiente multa y/o retirada de puntos. Pero en otros acaban dando lugar a accidentes que, en no pocas ocasiones, causan heridos o víctimas mortales.
Las multas más comunes al volante, cuáles son y cómo evitarlas
A través del presente post repasamos cuáles son las infracciones de tráfico más frecuentes en España y qué multas conllevan. Si no deseas que te multen o verte implicado en un accidente de circulación, ¡toma nota!
Exceso de velocidad
Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) no dejan de recordárnoslo: el exceso de velocidad puede tener consecuencias muy negativas. Por dicho motivo, y con el objetivo de reducir la siniestralidad, a finales de 2018 se modificó el límite de velocidad en las carreteras convencionales, en las que fallece casi un millar de personas cada año.
El exceso de velocidad reduce la capacidad de ver y analizar lo que sucede en nuestro entorno. Y también influye negativamente en el tiempo de respuesta, acelera la aparición de la fatiga, aumenta las probabilidades de sufrir una distracción y puede provocar agresividad.
En cuanto a las multas que conlleva el exceso de velocidad, debes saber que superar los límites establecidos se considera una infracción grave o muy grave. Y que la misma supone la retirada de entre 2 y 6 puntos del carnet de conducir y una sanción de hasta 600 euros.
Pero la cosa puede complicarse si rebasamos los límites en 60 km/h y 80 km/h en vías urbanas e interurbanas. En supuestos así, podríamos llegar a ser castigados con una pena de prisión de tres a seis meses y la retirada del carnet de conducir. Con la velocidad, ¡no te la juegues!
Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas
En 2018, casi la mitad de los conductores fallecidos en las carreteras españolas había consumido alcohol y/o drogas. Los datos preocupan a la DGT y evidencian la necesidad de continuar realizando campañas de prevención y de incrementar el número de controles en la red viaria.
Recuerda: el alcohol y las drogas alteran nuestro comportamiento y afectan a casi todas las capacidades psicofísicas necesarias para conducir de forma segura. Su consumo provoca euforia. Y también nos convierte en conductores menos responsables y prudentes. ¡Un auténtico peligro al volante!
Ante un control, el Código Penal lo deja bien claro: quienes se nieguen a someterse a las pruebas de comprobación de las tasas de alcoholemia y la presencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas serán castigados con las penas de prisión de seis meses a un año.
En lo referente al alcohol, las tasas son de 0,5 gramos por litro en sangre y de 0,25 miligramos por litro en aire espirado, reduciéndose a 0,3 gramos y 0,15 miligramos, respectivamente, si se trata de conductores profesionales y noveles. Además de la sanción económica, superarlos conlleva la retirada de 4 o 6 puntos del carnet de conducir. Y en el peor de los casos, también la de este último y una pena de prisión de tres a seis meses.
Uso del teléfono móvil sin manos libres
Todo un clásico que ya hemos abordado en el post Malos hábitos al volante: ¿cuáles nos molestan? (II). La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial especifica que está prohibido “conducir utilizando cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la atención a la conducción o utilizar manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación”.
Por lo tanto, el teléfono móvil sólo puede utilizarse empleando un sistema de manos libres homologado. No hacerlo está castigado con una sanción económica de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carnet de conducir.
Saltarse un semáforo o no respetar las señales verticales
¿Quién no lo ha visto alguna vez? Un semáforo se pone en color ámbar y un conductor, en lugar de aminorar la marcha y detener su vehículo, decide acelerar y saltárselo cuando ya está en rojo. Una maniobra que, al igual que sucede si no respetamos señales verticales como un Stop o un Ceda el Paso, puede dar lugar a un accidente de tráfico.
Incumplir la obligación de detenerse ante un semáforo con la luz roja y las señales de Stop y Ceda el Paso es una infracción que conlleva una multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir.
No hacer uso del cinturón de seguridad
El cinturón de seguridad se inventó para salvar vidas. En España, la primera normativa apareció en los años 70 del siglo pasado y obligaba a que los ocupantes de los asientos delanteros hicieran uso de él en los desplazamientos por carretera. Y en la década de los 90, la obligatoriedad se extendió a todos los viajeros y a los itinerarios urbanos.
A pesar de ello, y de que los automóviles más modernos nos avisan si no lo utilizamos, hay quienes conducen sin usar el cinturón de seguridad. Esta conducta irresponsable lleva aparejada una multa de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carnet de conducir.
Aparcamiento o estacionamiento indebido en ciudad
Las multas de tráfico por aparcamiento o estacionamiento indebido son muy habituales en las grandes ciudades. Desde dejar el coche en segunda fila para hacer una gestión hasta aparcar en zona regulada sin pagar o en un área de carga y descarga sin estar autorizados a hacerlo, este tipo de infracciones no suponen la retirada de puntos del carnet.
Pero no nos libraremos de la sanción económica o de que la grúa se lleve nuestro automóvil si no estamos atentos. En este último supuesto, también tendremos que rascarnos el bolsillo para sacarlo del depósito municipal.
Conducir en zonas restringidas
Con el objetivo de reducir la contaminación o proteger sus cascos históricos, los ayuntamientos de las grandes ciudades están creando zonas de prioridad residencial y de restricción del tráfico. En algunas calles, los bolardos instalados en la calzada impiden que un vehículo no autorizado pueda acceder a ellas. Pero en otras sólo se advierte a través de paneles que no siempre son vistos por los conductores.
El desconocimiento de la existencia de esas zonas o de cómo acceder a ellas, o entrar en las áreas restringidas aun sabiendo que serán sancionados, da lugar a que diariamente muchos conductores sean multados.
Incumplimiento del deber de identificar al conductor
Por último, conviene saber que los titulares de los vehículos tienen la obligación de identificar al conductor responsable de una infracción ante la Administración. Pues bien: son muchos quienes no lo hacen y ello supone que se tengan que enfrentar a una infracción muy grave cuya multa asciende al doble o el triple de la infracción que la originó en función de si la misma era leve o grave/muy grave, respectivamente.