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Conducción eficiente: aerodinámica y pilotaje  


Publicado el 02/11/16

Como ya reseñamos en el artículo “Conducción eficiente: puesta a punto de la moto”, a pesar de que el consumo de las motos cada vez está más optimizado, existen algunas cuestiones que contribuyen al menor o mayor gasto de combustible. 


En este post abordamos el tema de la conducción eficiente, teniendo en cuenta el papel que juega la aerodinámica, así como la forma de pilotar de cada piloto. Esperamos que estos consejos contribuyan a optimizar tu consumo.

El papel de la aerodinámica

Para lograr una conducción eficiente tenemos que tener muy en cuenta la influencia de la aerodinámica, y con ello no te estamos invitando a que coloques en tu “máquina” unas vistosas aletas como las que lucen las monturas de MotoGP. Es mucho más sencillo y racional. Si dispones de baúl trasero y/o maletas laterales y no vas a utilizar estos accesorios, lo mejor es que los desmontes. La moto irá más ligera y ofrecerá una menor resistencia al viento, facilitando así que el consumo de gasolina sea inferior.

Igualmente, debes prestar especial atención a tu equipamiento de motorista. La ropa de calle, además de protegerte menos, no suele ser tan ceñida como la desarrollada específicamente para los motoristas. En su medida, la equipación también está relacionada con la conducción eficiente y, por supuesto, con tu seguridad. No lo olvides.

Conduce suavemente

Una vez consideradas todas estas cuestiones, olvídate del piloto que llevas dentro y cambia el chip. Pon en marcha el motor y, antes de emprender lo de carretera y manta, deja que alcance una temperatura óptima de funcionamiento –esta recomendación te servirá en cualquier caso, ya que darás tiempo a que el aceite bañe las piezas y no castigarás la mecánica, evitando así posibles averías–.

Y llegado el momento de incorporarte al tráfico, no realices una salida fulgurante como si de un GP de motociclismo se tratase. Hazlo suavemente, sin estirar la primera marcha hasta el infinito. Cambia rápidamente a segunda y ves engranando velocidades de forma progresiva.

Siempre que sea posible, circula en la marcha más larga a bajo régimen y cambia a una inferior cuando el momento lo aconseje (por ejemplo, para realizar un adelantamiento o afrontar un repecho en subida). Poniendo en práctica este último consejo, no someterás al motor a un estrés mecánico y evitarás averías que pueden llegar a ser muy costosas.

Y, obviamente, no abuses del acelerador –ni siquiera en parado ante un semáforo en rojo–. Cada vez que gires el puño del gas estarás consumiendo gasolina. Por cierto: en el recorrido para llegar al siguiente semáforo o cruce, tómatelo con calma. Si no es así, además de incrementar el gasto de carburante también estarás desgastando más tanto los neumáticos como los frenos, reduciendo su vida útil.

Por último, si eres de los que piensa que circular en punto muerto no consume combustible, te equivocas. Otra cosa es hacerlo soltando el puño del gas y dejar que la moto continúe su inercia. En ese caso, y siempre con una marcha engranada, continuarás rodando sin gastar gasolina.

Para finalizar, otros consejos que te permitirán ahorrar en combustible es no apurar el depósito hasta la última gota –cuanto menos carburante haya en él, más evaporación del mismo habrá– y repostar a primera hora de la mañana –momento del día en que el combustible se encuentra más denso; por lo tanto, aunque el repostaje se mida en litros, cargarás algunos gramos más de gasolina que te serán de gran utilidad–.

 

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