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Malos hábitos y errores al volante que perjudican nuestra seguridad - Parte 2  


Publicado el 24/04/19

Después de centrarnos en los malos hábitos al volante que más nos molestan en carretera, en esta ocasión repasamos 10 comportamientos que pueden hacernos perder la paciencia en ciudad. No te pongas nervioso y ¡sigue leyendo!

Semáforo en ambar


En el post “Malos hábitos al volante: ¿cuáles nos molestan? (I)” quedó claro que todos nos creemos los mejores conductores del mundo. Pero no es así. Nuestra forma de comportarnos podría molestar a otros usuarios de la vía.

 

Y lo mismo sucede al revés. En el ámbito urbano, ¿a quién no le indigna que otro conductor no respete un paso de peatones? ¿O tire las colillas de los cigarros a la calle? ¿O sea un “listillo” especializado en “robar” las plazas de aparcamiento en los centros comerciales?

 

Después de ocuparnos de los malos hábitos al volante de otros conductores en carretera, en esta ocasión vamos a centrarnos en esas malas costumbres que pueden hacer que perdamos los nervios en ciudad. Hábitos que, además de molestar, podrían suponer un riesgo.

 

1. No respetar los pasos de peatones

 

Cada año se registran miles de atropellos en las ciudades de nuestro país. ¿A qué viandante no se le ha quedado cara de tonto al ir a cruzar un paso de cebra y ver que el conductor de turno no detenía su vehículo? Sin duda, se trata de un comportamiento incívico y muy peligroso.

 

Recuerda: cuando somos peatones tenemos prioridad en los pasos de cebra. Pero ello no significa que un conductor vaya a detenerse. Por ello, es aconsejable hacer una señal con la mano a los conductores para advertirles de nuestra intención. Y no cruzar hasta que los vehículos se hayan parado. ¡No lo olvides!

 

2. Semáforo en ámbar: ¿me detengo o acelero?

 

Todo un clásico en la circulación por ciudad. Ante un semáforo en ámbar, hay conductores que detienen su vehículo y otros, a pesar de tener margen para hacerlo con seguridad, deciden acelerar, de tal forma que muchas veces acaban saltándoselo en color rojo. Una actitud que molesta y puede acabar ocasionando un accidente de tráfico o un atropello.

 

Para aquellos que dudan qué se debe hacer ante un semáforo en ámbar, esto es lo que especifica el Reglamento General de Circulación:

 

·       Una luz amarilla no intermitente significa que los vehículos deben detenerse en las mismas condiciones que si se tratara de una luz roja fija, a no ser que, cuando se encienda, el vehículo se encuentre tan cerca del lugar de detención que no pueda detenerse antes del semáforo en condiciones de seguridad suficientes.

 

3. Bloquear los cruces y obstaculizar la circulación

 

Entre otras consecuencias, saltarse un semáforo en ámbar puede provocar que un vehículo quede “atrapado” en un cruce. Algunas intersecciones incluso se señalizan con cuadrículas para indicar que está prohibido detenerse en la zona delimitada. Si el semáforo se pone en verde y un vehículo nos obstaculiza el paso, seamos pacientes… ¡y no toquemos el claxon!

 

4. Accionar el claxon cuando el semáforo se pone en verde

 

Impacientes. Así podría calificarse a los conductores que accionan el claxon de su vehículo cuando el semáforo se pone en verde. Ciertamente, no permitir que quienes les preceden tengan tiempo para reaccionar es una actitud incívica y agresiva. Un comportamiento, por cierto, que genera estrés y contaminación acústica. ¿Qué sucedería si fuese al revés? ¿Les molestaría a esos impacientes?

 

El Reglamento General de Circulación deja claro que no está permitido el uso inmotivado o exagerado de señales acústicas. El que un semáforo se ponga en verde no es motivo para utilizar el claxon con la intención de que los demás conductores “espabilen” e inicien la marcha.

 

5. Hablar por el teléfono móvil mientras se conduce

 

Ya que nos hemos referido a los atropellos, uno de los motivos que pueden causarlos son las distracciones. Y entre ellas se encuentra el uso del teléfono móvil. Este dispositivo sólo puede utilizarse empleando un sistema de manos libres homologado. A pesar de ello, de vez en cuando nos cruzamos con alguien que lleva el teléfono pegado a la oreja o “wasapea” mientras conduce.

 

Son individuos que no prestan la suficiente atención a la circulación. Y que además de molestar, suponen un auténtico peligro. Actualmente, conducir utilizando el teléfono móvil indebidamente es castigado con una sanción económica y la retirada de tres puntos.

 

6. Circular incorrectamente en las glorietas

 

Hace muchos años que se encuentran entre nosotros. Nos referimos a las glorietas o rotondas. Y aunque en la autoescuela nos enseñan cómo debemos circular por ellas, una vez que aprobamos el carnet parece que se nos olvida… ¿A quién no le saca de sus casillas que algunos conductores abandonen una glorieta sin utilizar los carriles correctamente?

 

Si todavía no tienes claro cómo se debe circular por una rotonda, en esta infografía animada de la Dirección General de Tráfico (DGT) nos muestran las trayectorias erróneas más habituales y la forma correcta tanto de utilizar los carriles como de abandonar la glorieta. ¡Toma nota!

 

7. “Ladrones” y “okupas” de plazas de aparcamiento

 

Suelen hacer acto de presencia en los centros comerciales. De hecho, algunos son auténticos especialistas. Tú estás esperando pacientemente a que un vehículo abandone una plaza de aparcamiento y de repente aparece un coche que te ignora y te “roba” el sitio. Si les dices algo, hay conductores que se disculpan y dicen que no te han visto. Pero otros llegan a ofenderse. En cualquier caso, ¡menuda cara!

 

¿Y qué decir de quienes ocupan el espacio de dos vehículos? ¿O los que se pegan tanto a tu coche que no te permiten abrir las puertas? ¡Van a lo suyo!

 

8. Maniobra de aparcamiento en línea “al toque”

 

El aparcamiento en línea también tiene sus riesgos. Si un conductor aparca “de oído” junto a nuestro coche, lo más probable es que nos provoque algún desperfecto. Y si encima lleva instalada una bola de remolque, los daños por aparcar “al toque” podrían ser mayores. ¡Vaya faena!

 

9. Estacionamiento en doble fila

 

Suele estacionarse en doble fila por diferentes motivos. Si uno de ellos es dejar o recoger a un anciano o un enfermo en la puerta de su domicilio, deberíamos ser comprensivos y ponernos en su lugar.

 

Lo que molesta es que muchos conductores estacionen sin señalizar y que su vehículo permanezca en el lugar más tiempo del necesario. ¿Quién no ha accionado alguna vez el claxon de su automóvil estacionado correctamente porque el conductor del coche que estaba en segunda fila no acudía a retirarlo?

 

10. Tirar colillas de cigarros al suelo

 

Vas andando por la acera y de repente se abre la puerta de un coche. A continuación, el conductor vacía el contenido del cenicero al suelo. ¿Te parece normal? ¿Por qué no se ha acercado a la papelera más próxima?

 

Fumar dentro de un vehículo es peligroso. Y atenta contra la salud de las personas que viajan en él y no tienen ese hábito. Si además tiramos las colillas de los cigarros al suelo, estaremos dando una muy mala imagen de nosotros mismos y ensuciando la vía pública. ¡Qué malos humos tienen algunos conductores!